AP / La Voz de Michoacán Londres. La primera ministra británica, Theresa May, imploró el lunes a los legisladores británicos a que apoyen su propuesta de acuerdo de Brexit, ofreciendo tanto una promesa de defender los derechos de los trabajadores como hacerse de una carta de respaldo de líderes de la Unión Europea. Sin embargo, la mandataria no ofreció medida concreta alguna un día antes de una votación en el Parlamento que muy probablemente rechazará su plan de acuerdo para separar a Gran Bretaña del bloque continental. Semejante derrota el martes sembraría el caos en el proceso de separación cuando faltan escasas semanas para el plazo fijado del 29 de marzo. May advirtió que las únicas alternativas a su propuesta serían un divorcio sin acuerdo, caótico y perjudicial, o bien la cancelación de los planes de separarse, lo que violaría la voluntad popular expresada en el referéndum realizado en Gran Bretaña en 2016. En un discurso en una fábrica en Stoke-on-Trent, un poblado del centro de Inglaterra donde domina el apoyo al Brexit, May declaró que "la fe de la ciudadanía en sus líderes y en el proceso democrático sufrirá un daño catastrófico" si es rechazada su propuesta de Brexit y se retracta el proceso. La otra opción, separarse de la UE sin acuerdo, "causará turbulencia en nuestra economía, alzará barreras en la cooperación en temas de seguridad y perturbará la vida cotidiana de la ciudadanía", expresó. "El único acuerdo para considerar es el que será sometido a votación por el Parlamento mañana a la noche", dijo May. Gran Bretaña y la UE negociaron arduamente hasta llegar a un acuerdo de separación en noviembre, lo que debería haber colocado a los británicos hacia una salida organizada. En lugar de ello, el acuerdo ha sido rechazado tanto por partidarios como detractores de la separación. Los que favorecen salirse de la UE dicen que el pacto deja a Gran Bretaña atada a las normas continentales e incapaz de forjar su propia política comercial. Los sectores proeuropeos argumentan que es peor que la estrecha relación económica que Gran Bretaña disfruta actualmente como miembro de la UE. May postergó una votación sobre el tema en diciembre ante la inminencia de una derrota aplastante, pero hay escasas evidencias de que hayan cambiado mucho las opiniones de los legisladores desde entonces. Algunos legisladores antes escépticos se sumaron al acuerdo de May en los últimos días, pero son muchos más los que están decididos a votar en contra.