AP / La Voz de Michoacán Beijing. Una tregua en la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China y las promesas de Beijing para abrir más su economía controlada por el estado están dando esperanzas a los inversionistas. Pero Beijing ha templado las expectativas, mientras las empresas expresaron su frustración por el ritmo lento de las medidas de apertura de mercado. El China Daily, un diario en inglés dirigido a lectores extranjeros, advirtió el martes que las dos partes todavía tienen redactar el acuerdo de la semana pasada luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió una subida arancelaria prevista. A cambio, el dirigente dijo que Beijing compraría productos agrícolas estadounidenses por importe de hasta 50.000 millones de dólares, algo que China todavía no confirmó. "Siempre existe la posibilidad de que Washington pueda decidir cancelar el acuerdo si cree que hacerlo servirá mejor a sus intereses”, dijo el diario, que pidió al gobierno de Trump que “evite dar marcha atrás”. Los grupos empresariales dieron la bienvenida a la tregua como un posible paso para poner fin al costoso enfrentamiento que comenzó hace 15 meses, pero dijeron que era un acercamiento pequeño. Las conversaciones ya se interrumpieron en el pasado luego de que Trump acusó a Beijing de retroceder en promesas que Washington creía cerradas. Un vocero del ministerio de Exteriores dijo el martes que los importadores chinos compraron a Estados Unidos 20 millones de toneladas de soya y 700.000 toneladas de cerdo este año, pero no ofreció detalles sobre la fecha. Las importaciones chinas de soya estadounidense bajaron casi un 50% el año pasado, hasta 16,6 millones de toneladas desde los 33 millones de toneladas de 2017.