El primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, fue abucheado y agredido con piedras por los asistentes a la conmemoración masiva del 20 aniversario de la masacre de Srebrenica, que tenía lugar en un cementerio de Bosnia Herzegovina. En un gesto de reconciliación, Vucic asistió a la ceremonia en el cementerio y depositó flores en honor a los cerca de ocho mil hombres y niños musulmanes asesinados por fuerzas militares serbo bosnias en la ciudad bosnia de Srebrenica, en julio de 1995. Miles de dolientes bosnios reunidos allí comenzaron a silbar y abuchear al gobernante, y algunos luego arrojaron piedras, botellas de agua y otros objetos, incluso un zapato contra el líder serbio, a quien una piedra le golpeó la cara, rompiendo sus anteojos. La multitud rompió las vallas de seguridad colocadas para proteger a los dignatarios extranjeros que participaban en la conmemoración, y se abalanzó contra el primer ministro de Serbia, quien se vio obligado a abandonar el cementerio de Potocari, a pocos kilómetros de Srebrenica. Miles de personas acudieron a conmemorar el 20 aniversario de la masacre de Srebrenica, considerada la peor en Europa desde el Holocausto, perpetrada por el entonces llamado Ejército de la República de Sprska, a finales de la Guerra de Bosnia. Antes de asistir al cementerio, Vicic había condenado el “crimen monstruoso” de Srebrenica, afirmando que carecía de palabras para expresar su pesar y dolor por las víctimas, así como la ira y la amargura hacia aquellos que lo cometieron. “Serbia clara e inequívocamente condena este horrible crimen y está disgustado con todos los que tomaron parte en él y seguirá llevándolos ante la justicia”, sostuvo el jefe de gobierno, citado en reportes de la agencia oficial serbia Tanjug. “No guardemos odios, queremos lazos de amistad entre Serbia y Bosnia Herzegovina”, aseguró Vicic, quien ahora es un político pro occidental pero antes fue un ultranacionalista que sirvió durante el liderazgo de Slobodan Milosevic a finales de 1990. La agresión contra Vicic suscitó fuertes críticas por parte de los dignatarios extranjeros presentes en la conmemoración, quienes llamaron a la comunidad internacional a impedir que se comentan acciones de delincuencia en nombre del genocidio. El ministro serbio del Interior, Nebojsa Stefanovic, describió los hechos en el cementerio como “un ataque escandaloso que se puede considerar como un intento de asesinato” y fustigó a las autoridades de Bosnia por no garantizar la seguridad del primer ministro.