El científico japonés Yoshiki Sasai, coautor de un estudio sobre células madre, se ha suicidado depués de que desacreditaran públicamente su investigación. Fue encontrado muerto en el instituto Riken, lugar en el que trabajaba. En el momento de la publicación de la investigación, ésta fue aclamada y parecía ser la adecuada para la sustitución de células madre dañadas y para el tratamiento de órganos humanos. Sin embargo, el estudio finalmente quedó cuestionado. Sasai sufría agotamiento y estrés con motivo de las cuestiones que ponían en entredicho su publicación. Posiblemente estos fueran los motivos que le llevaron al suicidio. Tras volver al trabajo después de unos meses de hospitalización, Sasai se volvió menos receptivo y, según el portavoz del centro de investigación en el que estaba, "ya no era el mismo". El estudio descubrió posibilidades de reprogramar las células animales maduras hacia un estado embrionario que fuera capaz de generar otros tipos de células. Sin embargo, las dudas surgieron cuando otros investigadores no pudieron confirmar estos descubrimientos. Según el centro Riken, la investigación podría tener datos plagiados y manipulados. Al conocerse su muerte, los miembros de la universidad y de la comunidad científica han lamentado mucho la pérdida. Aseguran que se trata de una desaparición fatal para el mundo de la ciencia y la investigación y que Sasai era un científico excepcional.