Notimex / La Voz de Michoacán Jerusalén, 19 Sep.- Al menos 39 civiles murieron y más de 20 resultaron heridos por la explosión de varias bombas al paso de dos autobuses en la central provincia de Homs, en un ataque atribuido por el régimen de Siria a los rebeldes. El atentado se registró cerca de la aldea de Jabburin, en la carretera que une la ciudad de Homs con Mesyaf, una aldea poblada por los alauitas, etnia a la que pertenece el presidente sirio Bashar al-Assad, según un reporte de la cadena Al Yazira. El director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, denunció que varios artefactos explosivos detonaron contra un convoy de minibuses, que llevaban a decenas de pasajeros, y provocaron enfrentamientos. "Inmediatamente después de las explosiones, los enfrentamientos estallaron en Jabburin, enfrentando a los rebeldes contra milicianos leales al régimen", destacó. La agencia estatal de noticias siria SANA confirmó el ataque, que aseguró fue obra de los "terroristas", término con el que el régimen del presidente al-Assad se refiere a los rebeldes sirios, y el enfrentamiento posterior. "Los terroristas detonaron un artefacto explosivo como un autobús conducía en la carretera Homs-Mesyaf", destacó el reporte, que dio cuenta de la muerte de al menos cinco miembros de las fuerzas leales al régimen y un número indeterminado de rebeldes. Fuentes militares citadas por SANA informaron que unidades de las fuerzas armadas en Aleppo destruyeron plataformas de lanzamiento de cohetes, morteros y ametralladoras pesadas, en una operación contra terroristas en las aldeas de al-Jadideh, Kweiris y Rasm al-Abboud. En tanto, en la ciudad de Alepo, una unidad del ejército se enfrentó con un grupo terrorista armado que intentó infiltrarse en el barrio de Salah-Eddin, mientras que otra unidad se enfrentó a terroristas que intentaron atacar el hospital al-Kindi. La ola de violencia prevalece en varias localidades de Siria, pese a los esfuerzos internacionales para buscar una solución al conflicto, que ha causado más de 110 mil muertos desde su inicio en marzo de 2011, y las promesas del gobierno de destruir su arsenal químico. En este sentido, el presidente de Siria dijo estar "comprometido" a cumplir el acuerdo negociado por Estados Unidos y Rusia el fin de semana pasado y calculó que las destrucción del arsenal químico se llevará acabo en un año y tendrá un costo de mil millones de dólares. "Creo que es una operación muy complicada, técnicamente. Y necesita mucho dinero, alrededor de mil millones de dólares", destacó al-Assad en una entrevista a la cadena de televisión estadunidense Fox News. Instó al mandatario estadunidense Barack Obama a escuchar la opinión de su pueblo y dejar de amenazar a Siria con un ataque militar, tras afirmar que en Siria no se vive una guerra civil, sino un asedio de terroristas y de Al Qaeda.