Una explosión de gas en una clínica en la norteña ciudad siria de Qamishli, en la provincia de Hasakah, provocó hoy la muerte de al menos 40 personas y dejó decenas de heridos, muchos de ellos graves. La explosión de un cilindro de gas, cuyas causas se desconocen, se registró en la zona este de la clínica Maysaloun en Qamishli, donde decenas de mujeres y niños, muchos de ellos de brazos, se encontraban por el inicio de una campaña de vacunación. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que monitorea e informa sobre el conflicto en Siria, informó que decenas de personas murieron por el fuego, muchas de ellas niños, sin precisar una cifra. Sin embargo, un activista confirmó a la cadena de televisión árabe Al Yazira que al menos 40 personas murieron, entre ellas mujeres, niños y enfermeras, y decenas más resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. "La cifra de muertos podría elevarse. Hemos encontrado 18 cuerpos quemados, era horrible", destacó la fuente en calidad de anonimato, sin dar más detalles de lo ocurrido. En un reporte, publicado en su página en internet, el OSDH destacó que muchas de las personas heridas se encuentran en condiciones críticas, debido a las quemaduras extremas sufridas, y que la causa de la explosión no ha sido determinada. El grupo opositor también confirmó la muerte de al menos 65 personas durante la noche debido a los ataques aéreos lanzados por el Ejército sirio en la ciudad de Qamishli contra objetivos yihadistas del grupo extremista Estado Islámico (EI). La cifra de muertos incluye a 22 civiles y 43 combatientes del EI, que libra desde la semana pasada duros combates con las Fuerzas de Seguridad, leales al presidente Bashar al-Assad por el control de la ciudad kurda de Hasakah.