WASHINGTON (AP) — Operaciones antiterroristas de Estados Unidos provocaron inadvertidamente la muerte de un rehén estadounidense y otro italiano secuestrados por Al Qaeda, así como por lo menos dos estadounidenses que trabajaban con la organización terrorista, informó el presidente Barack Obama, quien expresó sus condolencias a las familias de los rehenes fallecidos y asumió responsabilidad plena por las acciones militares. Obama justificó la legalidad del ataque de enero y dijo que no había evidencias de que los dos rehenes estuvieran en lo que se determinó era un complejo de Al Qaeda. La Casa Blanca concluyó que dos rehenes de Al Qaeda, el estadounidense Warren Weinstein, capturado por Al Qaeda en 2011 y el italiano Giovanni Lo Porto, rehén desde 2012, murieron en las operaciones antiterroristas. Obama manifestó su pesar por la muerte de los dos rehenes y ofreció condolencias a sus familiares. "No hay palabras que puedan equipararse a su pérdida", afirmó. "Con base en los datos de inteligencia que habíamos obtenido en ese entonces, incluso centenares de horas de vigilancia, supusimos que era un complejo de Al Qaeda, que no había civiles presentes y que no era posible capturar a esos terroristas", dijo el presidente en la Casa Blanca. "Creemos que la operación eliminó a miembros peligrosos de Al Qaeda", agregó. La Casa Blanca dijo que ni Farouq ni Gadahn habían sido objeto intencional de los ataques y que Estados Unidos no tenía información que indicara su presencia en el lugar de las operaciones.