AP / La Voz de MichoacánIrán. Las potencias mundiales advirtieron el viernes que el mundo se ha convertido en un lugar más peligroso y pidieron moderación luego de que Estados Unidos mató al general de mayor rango de Irán. Gran Bretaña y Alemania sugirieron sin embargo que Teherán tenía parte de culpa por provocar el ataque dirigido que disparó las tensiones en Oriente Medio. China, Rusia y Francia, todos ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, no se pronunciaron de forma contundente sobre el ataque aéreo que acabó con la vida del general Qassem Soleimani en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad en la madrugada del viernes. La Casa Blanca dijo en un tuit que Soleimani, que dirigía a la Fuerza Quds responsable de las campañas iraníes en el extranjero, "estaba desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos y militares estadounidenses en Irak y en toda la región". "Nos despertamos en un mundo más peligroso. La escala militar siempre es peligrosa", afirmó la viceministra de Exteriores de Francia, Amelie de Montchalin, en declaraciones a la radio RTL. "Cuando ocurren estas acciones, estas operaciones, podemos ver que la escalada está en marcha". Rusia calificó el ataque estadounidense como "plagado de graves consecuencias". En un comunicado, el Ministerio de Exteriores advirtió que "estas acciones no ayudan a resolver los complicados problemas de Oriente Medio, sino que conducen a una nueva ronda de crecientes tensiones". La paz en Oriente Medio y en la región del Golfo Pérsico debería preservarse", apuntó el vocero de la cancillería china, Geng Shuang. "Instamos a todas las partes implicadas, en especial a Estados Unidos, a que mantengan la calma y la moderación y eviten que las tensiones aumenten". Aunque se hicieron eco de las preocupaciones de las otras potencias sobre la situación, Gran Bretaña y Alemania rompieron filas y expresaron cierta comprensión de la posición de Washington. La portavoz del gobierno alemán, Ulrike Demmer, dijo que la acción de Washington fue "una reacción a una serie de provocaciones militares de las que Irán es responsable", señalando a los ataques a petroleros y una instalación petrolera saudí, entre otros incidentes.