Una mujer de Maine que dijo haber padecido una quemadura de tercer grado a causa de un asiento recalentado en su Chevrolet Suburban ha demandado a General Motors. Emma Verrill dijo en la demanda que interpuso ante un tribunal de Portland, Maine, que GM no puso a prueba adecuadamente los calentadores en el asiento trasero para impedir que alcanzaran "temperaturas peligrosamente elevadas que quemaran la carne humana". Verrill está paralizada desde la cintura para abajo y no puede sentir frío ni calor en la parte inferior de su cuerpo. La mujer dijo al Portland Press Herald que su quemadura fue tan severa que requirió una operación quirúrgica y meses en la cama. La demandante reclama indemnización por daños. Verrill se crió en Yarmouth y ahora vive en Texas. GM negó que el calentador del asiento trasero fuera defectuoso o peligroso, negó ser causante de la quemadura de la demandante y negó tener conocimiento de un defecto o falla como para ordenar un retiro.