Nueva York- El procurador general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció hoy que multó a la cadena de tiendas departamentales Macy's por actos de discriminación, que afectaron a latinos y a extranjeros con poco dominio del inglés. En un comunicado, Schneiderman indicó que multó con 650 mil dólares a la empresa por detener a más de una docena de clientes, a quienes señaló falsamente por robar mercancía o por cometer fraude con sus tarjetas de crédito, simplemente por su aspecto y por su perfil racial. La multa, por detenciones que ocurrieron en la tienda en Herald Square, tienen la intención de asegurar que en las 42 sucursales de estos almacenes en Estados Unido se trate a todos los clientes de la misma manera, independientemente de su raza o etnia, según Schneiderman. Las quejas que sustentaron la investigación, que comenzó en febrero de 2013, fueron interpuestas por afroamericanos, latinos y miembros de otras minorías, que aseguran haber sido detenidos sin motivo por elementos de seguridad de la tienda. Los afectados alegaron que fueron detenidos luego de viajar a través de los pisos de la tienda con mercancía en lugares visibles, que no tenían la intención de ocultar o robar. Asimismo, a personas con un uso limitado del inglés sospechosas de robar o de cometer fraude con tarjeta de crédito y a quienes no se les permitió hacer llamadas telefónicas o acceder a un intérprete, y fueron forzadas a firmar acuerdos para no volver a entrar a la tienda, pese a que no entendían el documento. La oficina del procurador también informó que luego de reunirse con empleados de la tienda, éstos afirmaron que agentes de seguridad seguían a personas pertenecientes a minorías con más frecuencia que a clientes blancos. “Es absolutamente inaceptable, y es ilegal, que cualquiera en Nueva York sea tratado como un criminal simplemente por el color de su piel”, dijo Schneiderman. La multa de este miércoles sigue a la anunciada hace dos semanas por Schneiderman, quien sancionó a la tienda de artículos de lujo Barneys con una multa de 525 mil dólares por discriminar a dos clientes afroamericanos, cuestionados por la policía luego de realizar compras legítimas.