Su modus operandi es uno probado y aterrador: lanzar un ataque, separar a los cristianos y luego rociarlos con balas. Sin embargo, cuando los militantes de Al-Shabaab le tendieron una emboscada a un autobús el lunes, las cosas no salieron según lo planificado. Un grupo de musulmanes kenianos protegieron a los pasajeros cristianos y les dijeron a los agresores que estaban preparados para morir junto a ellos. Los pasajeros musulmanes, quienes en su mayoría eran mujeres, les dijeron a los militantes islámicos que los "mataran juntos o que los dejaran solos", le dijo un testigo a NTV, afiliada de CNN. Al menos dos personas murieron en el ataque al autobús, dijo NTV. Se desconoce si eran musulmanes o cristianos. Con información de CNN.