Redacción / La Voz de Michoacán Un niño tuvo que ser operado de emergencia para poder extraerle 54 imanes que le fueron encontrados en su estómago después de que él los ingiriera tratando de comprobar si podía volverse magnético, en lo que fue parte de un experimento que pudo resultar fatal. Rhiley Morrison, un niño de 12 años de la ciudad de Manchester, Inglaterra, causó preocupación y sorpresa después de que le fueran encontrados más de medio centenar de imanes en su estómago, razón por la cual tuvieron que operarlo. “He intentado pegarme imanes, quería ver si se pegaba a mi estómago mientras los imanes estaban dentro”, admitió Morrison. De acuerdo al reporte de medios internacionales, el menor ingirió los imanes en dos ocasiones diferentes, esto con la intención de saber si podían unirse en su abdomen y ver cómo lucían cuando estos salieran expulsados de su cuerpo. Paige, la madre, decidió compartir la historia con el objetivo de que ningún otro padre pase por lo mismo, pues de no haber ido al hospital ese mismo día, el menor pudo haber muerto. Cuando lo hizo, pensé que era solo él (el que lo había hecho), pero el cirujano dijo que ven este tipo de casos todo el tiempo”, dijo la madre, quien también advirtió que ni siquiera compren imanes, ya que no son juguetes. Ahora Rhiley, quien padece trastorno por déficit de atención e hiperactividad y autismo, ya se recupera en casa, mientras su madre se encargó de sacar de su habitación todos los imanes tras la “traumática” lección. Con información de Lad Bible