EFE / La Voz de Michoacán El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció este lunes el cierre de colegios en nueve barrios de la Gran Manzana en los que se ha detectado brotes de coronavirus, donde la tasa de infección supera el 3 por ciento. “Estas zonas con cúmulos deben ser atacadas", dijo durante una rueda de prensa el gobernador, en la que detalló que desde este martes, los colegios tanto públicos como privados de estas nueve zonas no podrán impartir clases presenciales, mientras que no dio una fecha de reapertura. "Yo no enviaría a mi hijo a uno de estos focos de infección", agregó Cuomo, que además afirmó que el estado de Nueva York tomará las riendas de los esfuerzos de implementación de las medidas para tratar de frenar la expansión del Covid en las zonas más afectadas, tras haber criticado en los últimos días los esfuerzos del personal de la ciudad. En concreto, se refirió Cuomo a las grandes congregaciones que se han estado registrando en negocios y en lugares de culto, y señaló que el plan del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, para mantener el virus bajo control en la ciudad prácticamente no ha afectado a las instituciones religiosas. Varias de las zonas más afectadas en Nueva York, que se concentran en los distritos de Brooklyn y Queens, son barrios donde residen las comunidades judío ortodoxas de Nueva York, que en numerosas ocasiones han ignorado el distanciamiento social y el uso de mascarillas durante las ceremonias religiosas. Hay demasiados gobiernos locales que no están exigiendo el cumplimiento de las normas. (...) Advertir algo no es lo mismo que imponerlo", subrayó Cuomo. El anuncio del gobernador se produce un día después de que De Blasio propusiera a las autoridades estatales el cierre de toda actividad no esencial, incluidos los centros educativos, en los nueve distritos postales de la urbe donde se han detectado brotes de COVID-19. Aunque Cuomo sólo ha decretado el cierre de colegios, y no de toda actividad no esencial como pidió el alcalde, el gobernador dijo haber tomado la decisión después de una "buena y colaborativa" teleconferencia con De Blasio y otros destacados líderes de la ciudad de Nueva York, así como con el presidente del poderoso sindicato Unión Federada de Profesores, Michael Mulgrew.