EFE / La Voz de Michoacán Nueva York. Los neoyorquinos están llamados mañana martes a las urnas para elegir al alcalde de Nueva York, en unas elecciones en las que el candidato del Partido Demócrata, Eric Adams, es el claro favorito para sustituir a su compañero de partido Bill De Blasio, que en enero cumplirá ocho años como regidor de la mayor ciudad de Estados Unidos. Nadie duda de que la Alcaldía cambiará de nombre, pero no de color: el azul que caracteriza a los demócratas. El Partido Republicano lleva años adormilado en Nueva York, sin tirón y sin invertir en hacer crecer su exigua base electoral: en la Gran Manzana hay más de tres millones de votantes demócratas registrados frente al poco más de medio millón de republicanos, lo que da una idea de correlación de fuerzas. Adams, respaldado por los barones del partido, se presenta como un "obrero" que está a punto de cumplir "el sueño americano" de un niño afroamericano pobre que trabajó como policía antes de pasar a la política, donde ha ocupado los cargos de legislador en el Senado de Nueva York (2006-2014) y el de presidente del distrito de Brooklyn desde 2014 hasta la actualidad. Su pasado como agente de seguridad le sirvió para convencer a muchos electores de su partido de que es el candidato mejor preparado para hacer frente al aumento de la violencia armada experimentado en Nueva York, como en el resto del país, tras la llegada de la pandemia. Sin embargo, no cuenta con el apoyo del ala más progresista del partido, como el Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), que ha presentado a su propia candidata y que considera a Adams como "el mal menor" y lo acusa de estar financiado por "grandes empresas y millonarios". Adams ya se impuso a los candidatos más a la izquierda del partido en las elecciones primarias que se celebraron el pasado junio, en las que ganó frente a una miríada de contrincantes y por un escaso margen de 8 mil 425 votos más que la también centrista Kathryn García.