Luego de cachar a varios de sus pupilos auto-erotizándose mientras veían el “Lunes de Mallitas” y “Miércoles de lavaderos”, los superiores de estos cadetes tailandeses decidieron imponer un castigo ejemplar. Aunque muchos de nosotros ya estaríamos reclamando ante la idea de destruir nuestro smartphone (y no por el apego, sino por lo que nos costó), estos jóvenes reciben el castigo con agrado.