Notimex/La Voz de Michoacán EUA. El presidente estadounidense Donald Trump señaló hoy "nada es inevitable" al referirse a la guerra con Corea del Norte como recurso para detener su programa nuclear y balístico, y advirtió que ese régimen no tendrá oportunidad alguna para responder si la actual crisis conduce a ese escenario. La opción militar ciertamente sería una opción. ¿Es inevitable?, nada es inevitable. Sería excelente si se pueda hacer algo más, (pero) tendremos que ver todos los detalles, todos los hechos, dijo el mandatario sobre la posibilidad del uso de la fuerza militar contra Pyonyang. Consultado al respecto en una rueda de prensa conjunta con el emir de Kuwait, Sabah Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah, Trump reiteró su disposición a sentarse a la mesa de negociación con el régimen norcoreano, aunque pareció cuestionar su utilidad ante el fracaso de acuerdos pasados. Recordó que durante las pasadas dos décadas, presidentes que lo han antecedido han optado por la negociación sin que ello se haya traducido en una solución efectiva sobre la amenaza del programa nuclear de Corea del Norte, convertido hoy en una realidad. Preferiría no ir por la ruta militar, pero ciertamente es algo que podría pasar, indicó el mandatario, quien insistió que el comportamiento de ese régimen tiene que ser detenido. En días recientes, Trump ha celebrado contactos con varios líderes del mundo, incluyendo el presidente de China, Xi Jinping, buscando una mayor cooperación internacional para elevar la presión sobre el líder norcoreano Kim Jong Un a abandonar su programa nuclear y de misiles. Los esfuerzos hasta ahora no han doblegado a Pyongyang debido a que China, que puede ejercer una presión efectiva a través del comercio bilateral, ha optado por mantener una postura ambivalente ante este incómodo socio. La tensión en la península coreana se elevó esta semana después de que Corea del Norte realizó una prueba con una bomba de hidrógeno, que se sumó a las que realizó antes con misiles balísticos de largo alcance. Trump advirtió que un escenario de guerra sería catastrófico para Pyongyang, que no tendría opción frente a un ejército poderoso y modernizado, y a cuyo fortalecimiento su gobierno ha destinado miles de millones de dólares.