AP / La Voz de Michoacán Santiago de Chile. La oposición de centroizquierda busca reducir la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas semanales pese al férreo rechazo del oficialismo derechista que califica de irresponsable la medida y anticipa la pérdida de más de 300.000 empleos. Chile, Costa Rica y México están entre los países de América Latina donde se trabaja más tiempo al año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La idea de trabajar menos con iguales ingresos cuenta con el apoyo de más del 70% de los chilenos consultados por una encuestadora local. Las caras visibles de la iniciativa son las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, exlíderes de las masivas protestas universitarias de 2011 en demanda de mejoras educacionales durante el primer gobierno del presidente Sebastián Piñera (2010-2014). Vallejo afirma que la actual jornada “no permite a los trabajadores desarrollar una vida familiar o disponer de tiempo libre” mientras que Cariola sostiene que carecen de estudios sobre lo que la nueva jornada “va a significar para el país, cuántas empresas en concreto se van a cerrar o cuántas empresas se van a abrir”. Con un virtual enfrentamiento comunicacional el gobierno intentó sin éxito frenar la iniciativa y anunció el envío al Congreso de otro proyecto para rebajar a 41 horas la jornada semanal, aunque de manera flexible y gradual. Los grandes, pequeños y medianos empresarios se han sumado al gobierno en su rechazo a la iniciativa. Carlos Zeballos, que tiene una pequeña empresa, dijo a The Associated Press que “no creo que con menos horas alcance a cumplir los pedidos y no me alcanzaría para contratar más gente”. Pro la vendedora María Correa indicó que “ojalá que lo aprueben. Yo feliz, pero no sé cómo van a hacer los jefes al tener que pagar horas extras”.