El papa Francisco planea visitar Argentina en algún momento de 2016 y confirmó que visitará tres países de América Latina en 2015, pero sin especificar cuáles, en una entrevista exclusiva publicada el domingo. En declaraciones al diario argentino La Nación, el pontífice se refirió también a la situación política en su país natal. "Argentina tiene que llegar al término del mandato en paz. Una ruptura del sistema democrático de la Constitución, en este momento sería un error. Todos tienen que colaborar en eso y elegir luego nuevas autoridades", dijo. Precisó que para no interferir en el proceso ha dejado de recibir a políticos argentinos en audiencias privadas en el Vaticano. En la entrevista evitó también hablar de su relación con la presidenta Cristina Fernández, con la que se ha reunido en privado en tres ocasiones. El papa descartó que su visita a Argentina coincida con el Congreso Eucarístico de Tucumán en julio de 2016, debido a que en fechas próximas se celebrará la Jornada de la Juventud en Polonia, a la que acudirá. El pontífice habló además de la reforma que realiza en la Iglesia, la reestructuración interna de la curia romana y la resistencia con las que se está encontrando. "La resistencia ahora se evidencia, pero para mí es un buen signo que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar cosas, es muy sano. Considero a las resistencias como puntos de vista distintos, no como cosa sucia", agregó. El pontífice no se mostró preocupado por esta cuestión sino por la reforma espiritual de la Iglesia, que denominó reforma del corazón. "La Iglesia tiene que ser un hospital de campaña y salir a curar heridas, como el buen samaritano. Hay gente herida por desatención, por abandono de la Iglesia misma, gente que está sufriendo horrores", afirmó en relación a la pérdida de fieles que sufre la institución. También habló de la familia actual y cuestionó aspectos como la situación de los católicos que se han vuelto a casar y "parecerían excomulgados de facto" por todas las cosas que se les prohíbe hacer dentro de la Iglesia.