El Papa Francisco finalizó hoy su visita a Bolivia, que contempló actividades en las ciudades El Alto, La Paz y Santa Cruz, y emprendió su viaje en avión rumbo a Paraguay, la última escala de su gira sudamericana. El avión del pontífice, de la aerolínea Alitalia y en el cual llegó a Sudamérica, despegó a las 13:20 horas locales (17:20 GMT) desde el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz rumbo a Asunción, donde es esperado este viernes por miles de personas. En la terminal aérea fue despedido por el presidente boliviano Evo Morales, autoridades locales y representantes de sectores sociales, tras lo cual caminó por una alfombra roja mientras se le rendían los honores militares correspondientes. A los pies de la escalerilla del avión, que lucía las banderas de Bolivia y El Vaticano, el Papa recibió otro obsequio de Morales, de quien se despidió con un abrazo, luego un asistente le pasó a Francisco un maletín negro con el que abordó la aeronave. Durante su visita a Bolivia, Francisco se reunió en La Paz con el presidente Morales y con las autoridades civiles de este país sudamericano, después se trasladó a Santa Cruz de la Sierra, donde cumplió gran parte de sus actividades. El jueves, el Papa ofició una multitudinaria misa en el Cristo Redentor, donde criticó la lógica moderna que descarta a todos aquellos que no “producen” en la sociedad, que impone el criterio del consumo para todo y “corta el hilo” por el más débil. Durante el sermón de la misa, a la que acudieron cientos de miles de personas en la Plaza del Cristo Redentor de esta ciudad boliviana, Francisco advirtió que Jesús no acepta esa lógica que “descarta” a los más necesitados. “Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo podemos decir: ‘No nos dan los números, no nos cierran las cuentas'. Es imposible enfrentar estas situaciones, entonces la desesperación termina ganándonos el corazón”, señaló. Luego se reunió con los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas bolivianos y por la tarde clausuró el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, actividad a la que asistió con el presidente Morales. En esa cita internacional, el pontífice pidió “humildemente perdón” por las ofensas de la Iglesia católica y por los crímenes cometidos contra los pueblos originarios durante la conquista de América. Además, condenó “las nuevas formas de colonialismo” que buscan imponer “el poder del ídolo dinero” y reconoció que algunos, con derecho, podrían decir que él como Papa olvida ciertas acciones de la Iglesia al hablar de colonialismo. “Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, razón por la que el Papa pidió perdón. Este viernes, el Papa visitó la cárcel de Palmasola, donde alentó a los reclusos y les dijo que “no todo está perdido”, y les pidió resistir a los enfrentamientos porque “el demonio busca la rivalidad, la división, los bandos”. “No tengan miedo a ayudarse entre ustedes. Luchen por salir adelante”, dijo Francisco, quien escuchó los reclamos de tres detenidos respecto al hacinamiento en los penales y la falta de justicia, entre otras demandas. La última actividad del Papa en este país fue un encuentro con los obispos bolivianos, para después abordar el papamóvil por algunos minutos para despedirse de los habitantes de este país y luego se cambió a un vehículo cerrado rumbo al aeropuerto Viru Viru.