Para llegar al santuario de Caacupé, a las afueras de Asunción, el Papa Francisco aceptó ser trasladado en un vehículo que fue utilizado en 1988 por el entonces Papa Juan Pablo II, durante su visita a Paraguay. La mañana de este sábado, en el segundo día de su gira a este país sudamericano, Jorge Mario Bergoglio visitó el hospital pediátrico “Niños de Acosta Ñú”, un nosocomio de 100 camas, donde fue recibido por el director y recorrió varios pabellones. Al salir del pabellón de “Urgencias”, el pontífice dirigió un breve mensaje a cientos de personas que se reunieron en el lugar, entre ellos directivos del hospital, médicos, enfermeras y familiares de los internados. “Gracias a todos los que hacen algo por curar a los niños. Es tan importante la vida de un niño. Eso es lo que quiere la Iglesia, que seamos sencillos como este niño”, dijo el pontífice. Se refería a un niño que poco antes le había regalado su credencial de enfermo. El líder católico saludó uno a uno de los niños de un grupo de pequeños hospitalizados, para después despedirse y abordar el automóvil color blanco en el que hace 27 años Juan Pablo II viajó. En ese vehículo y en medio de una fuerte escolta de seguridad se dirigió al santuario de la patrona de Paraguay, la Virgen de Caacupé, ubicado a 40 kilómetros de Asunción. Miles de fieles se volcaron a las calles para saludarlo a lo largo del camino. Algunos kilómetros antes de llegar a la explanada del santuario, donde se encontraban cientos de miles de personas, cambió de vehículo y abordó el papamóvil. Desde allí admiró las numerosas casas adornadas con carteles, pancartas, banderas de El Vaticano y de Paraguay. En Caacupé, el Papa celebrará una misa multitudinaria, en la cual participará también el presidente paraguayo Horacio Cartes.