Ap / La Voz de Michoacán Ciudad del Vaticano. El papa Francisco exhortó el jueves a los presos en una cárcel romana a no permitir que sus esperanzas se vean nubladas como los ojos que sufren cataratas, y reveló que padece ese mal y deberá operarse el año próximo. Francisco, de 81 años, hizo esa revelación al despedirse de los presos y el personal de la cárcel de Regina Coeli, donde lavó los pies a 12 reos en un rito del Jueves Santo. 12 reclusos, no todos católicos: así fue el #Lavatorio de pies del #Papa en una carcel de #Roma en la que pidió servir hasta al que odia y hace mal. ? Vatican Media #JuevesSanto #SemanaSanta pic.twitter.com/iUhZV789Vx — Álvaro de Juana (@AlvarodeJuana_) 29 de marzo de 2018 Francisco suele visitar las cárceles, donde alienta a los presos a no perder las esperanzas. Este jueves les dijo que deben limpiarse los ojos para ver y difundir la esperanza. “A mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas y no se ve bien la realidad. El año próximo debo operarme”, dijo. Dijo que lo mismo sucede en la vida cuando la desilusión, los errores y la fatiga nublan el alma. Instó a los presos a efectuar una limpieza diaria de su visión de la vida _“una operación de cataratas del alma”_ para mantener viva la esperanza. Durante el Lavapiés, Francisco vertió agua sobre los pies de los hombres, los secó y los besó. Muchos de ellos lo abrazaron. Entre los 12 presos había católicos, musulmanes, un cristiano ortodoxo y un budista, informó el Vaticano. Eran italianos, filipinos, marroquíes, moldavos, colombianos, nigerianos y sierraleoneses. En su homilía, el papa dijo que el sentido del rito es mostrarse dispuesto a servir a los demás “como un esclavo”, como hizo Jesús. “Vuestro jefe debe ser vuestro sirviente”, dijo. “Muchas veces pienso... cuántas guerras se habrían evitado si esos reyes, emperadores y jefes de estado hubieran comprendido esta enseñanza de Jesús en lugar de mandar y ser crueles y matar gente”. Previamente, Francisco ofició la misa del Jueves Santo durante la cual exhortó a los sacerdotes a mantener una cercanía espiritual con su grey y no limitarse a predicar la ley cuando la gente peca. En su homilía, Francisco advirtió a los sacerdotes que no caigan en la tentación de hacer una “verdad-ídolo” de la ley eclesiástica cuando predican, ya que con ello pueden alejar al común de los fieles de Cristo. Incluso a los adúlteros deben alentarlos a mirar hacia adelante y no volver a pecar. El Jueves Santo es el inicio de cuatro días de actividad intensa que culminan el Domingo de Pascua.