Notimex / La Voz de Michoacán París, 12 Abr.- Alrededor de 70 mil refugiados de Malí viven en pésimas condiciones en medio del desierto en Mauritania y requieren ayuda con urgencia para satisfacer sus necesidades básicas, advirtió hoy la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). En su informe "Refugiados malienses: varados en el desierto", publicado este viernes, MSF reveló las condiciones en que se encuentran las miles de personas que han huido de la violencia en Malí y se establecieron en el desierto mauritano. Debido a que la tensión continúa en el norte de Malí, que podría durar meses, incluso años, "no hay esperanzas de un pronto regreso a su país", indicó la organización, que recogió los testimonios de más de un centenar de refugiados en el campamento de Mbera, Mauritania. La mayoría de los refugiados proceden de comunidades árabes y de la etnia Tuareg del norte de Malí, y huyeron de forma preventiva por temor a ser víctimas de violencia debido a sus vínculos islamistas, refirió Henry Gray, coordinador de emergencias de MSF. "Los refugiados enfrentan un futuro de aislamiento en medio del desierto, dependen totalmente de la ayuda humanitaria externa", agregó Gray y llamó a las organizaciones humanitarias internacionales a renovar sus esfuerzos en favor de estos desplazados. MSF advirtió en su informe sobre las "consecuencias alarmantes" para la salud de los refugiados a causa de las terribles condiciones sanitarias en el campamento Mbera, incluida la situación "crítica" de la nutrición. Precisó que las consultas médicas en Mbera aumentaron de mil 500 a dos mil 500 por semana, mientras que la cifra de niños atendidos por desnutrición severa se duplicó de 42 a 106. Detalló que 85 por ciento de los menores tratados llegaron entre enero y febrero. El reporte señala claramente que "hubo una falta de preparación para esta afluencia de refugiados" y expone, por ejemplo, que hay un sólo baño para cada tres mil refugiados y que los recién llegados deben construir sus propios alojamientos. Aunque MSF reconoció que la situación ha mejorado sensiblemente en las últimas semanas, sostuvo que las condiciones de vida siguen siendo extremadamente precarias, por lo que pidió a las organizaciones humanitarias mantener su ayuda el tiempo que sea necesario. "Viviendas, agua potable, letrinas, higiene y alimentos deben llegar todos a los necesitados y mantenerse en las normas humanitarias mínimas", puntualizó el informe.