Los 14 pandilleros que murieron la víspera en una cárcel al este del país, fueron estrangulados y apuñalados, revelaron el domingo las autoridades, quienes calificaron el hecho como una purga interna de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios. El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara, dijo el domingo en conferencia de prensa que se percataron que habían asesinados a los 14 reos hasta que llegó la hora del encierro y hacían el conteo de los presos. "Todo lo hicieron de una manera altamente muy silenciosa, en el transcurso del día. Aparentemente todo era normalidad y cuando comenzamos de manera rutinaria el conteo es que se comenzó a percibir que había estos asesinatos". Dijo que primero encontraron tres pandilleros muertos y que al continuar la revisión, localizaron otros 11 cadáveres en otro sector de la cárcel. En un principio Lara se negó a dar detalles de cómo habían los mataron, pero ante la instancia de los periodistas afirmó que fueron "estrangulados, con apoyo de arma blanca". Las autoridades del penal dijeron que no se pudieron enterar de que estaba ocurriendo en el momento porque no cuentan con el apoyo de videovigilancia en el interior de la cárcel. El director de centros Penales, Rodil Hernández, detalló que en el penal de Quezaltepeque, a 25 kilómetros al oeste de la capital, solo están recluidos miembros de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios, por lo que afirmó que el asesinato de estos reos fue "una purga interna". "Tanto los hechores como las víctimas pertenecen a la misma estructura criminal. Eso hace pensar que se trata de una purga interna", afirmó Hernández. Afirmó que esta hipótesis toma fuerza con el asesinato, unas horas antes, de la madre de unos de los pandilleros que murieron en Quezaltepeque. Según la información oficial, presuntos pandilleros asesinaron la mañana del sábado, en el municipio de Aguilares, al norte de la capital, a la madre del pandillero identificado como José Antonio Gutiérrez Marroquín, alias Liro o Pachanga. Las autoridades informaron que para agilizar las investigaciones de esta nueva matanza, decretaron estado de emergencia en el centro penitenciario de Quezaltepeque, por lo que quedaron suspendidas las visitas hasta nuevo aviso. Lara dijo: "La investigación está en curso, no ha finalizado. Tenemos unos indicios, pero debemos profundizar más. En este penal están los de una pandilla 18 y los asesinados son de la misma pandilla, lo que nos da un primer indicio de que es una purga interna dentro de ellos mismos". Según las autoridades, los pandilleros están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país y según ellos, un 60% de las víctimas son miembros de estas estructuras criminales que tienen presencia en barrios populosos.