Redacción / La Voz de Michoacán Desde el pontificado de Julio I (320-353) tiene sus antecedentes la celebración de la Navidad como se conoce hasta ahora: conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Pero, ¿por qué el 25 de diciembre, si existe la creencia histórica de que el niño de Belén nació en la primavera? En la antigüedad los romanos celebraban las fiestas en honor a Saturno, dios de la agricultura y la cosecha, las cuales transcurrían entre el 17 y 23 de diciembre. Este periodo coincidía con el solsticio de invierno, el más oscuro del año, en el que el Sol sale más tarde y se pone más pronto; pero el 25 de diciembre celebraban la fiesta del Natalis Solis Invicti: el Nacimiento del Sol Invencible, asociada al nacimiento de Apolo. Durante las fiestas Saturnales también se acostumbraban las visitas entre familiares y amigos, intercambio de regalos y realización de grandes banquetes públicos. Para el año 45, Julio César introdujo su calendario, en el cual el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 del mismo mes, pero del Calendario Gregoriano que actualmente es utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. EL TRÁNSITO DEL PAGANISMO A LA CELEBRACIÓN CRISTIANA Los romanos rendían honor a Saturno durante el solsticio de invierno (17 a 23 de diciembre) y el día 25 festejaban el Nacimiento del Sol Invencible, y seguramente con la intención de convertir a los paganos en cristianos, apelando a un paralelismo que tiene fundamentos bíblicos, como en el Cántico de Zacarías, citado en el Evangelio de Lucas (1, 68-79), del Nuevo Testamento, donde se refiere a la visita del “Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte…”, la Iglesia fijó la fecha del nacimiento de Jesús (Navidad) coincidiendo con el Natalis Solis Invicti. También, en el Antiguo Testamento la frase “Sol que nace de lo alto” es una alusión al Mesías esperado, o Sol de Justicia anunciado por el profeta Malaquías (3,20). Así, entre los pontificados de Julio I y León Magno se estableció la solemnidad de la Navidad para el 25 de diciembre, y en el 529, el emperador Justiniano la declaró fiesta oficial del imperio romano. LA PRIMERA REPRESENTACIÓN DEL TRADICIONAL PESEBRE DE BELÉN A San Francisco de Asís se atribuye la primera representación del Belén, que realizó en la Nochebuena de 1223 en una cueva cercana a la ermita de Greccio, en Italia. Lugar donde San Francisco de Asís hizo el primer pesebre, en Greccio, Italia.
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