Notimex / La Voz de Michoacán Dhaka, Bangladesh. Un total de 16 personas fueron condenadas a muerte por un tribunal de Bangladesh tras quemar viva a una joven de 19 años, quien denunció acoso sexual por parte del directivo del centro escolar donde estudiaba y dos compañeros de clase. La joven denunció al director de la escuela, quien también forma parte de los sentenciados, por acoso sexual pero al rechazar retirar la denuncia, los hombres la rociaron con queroseno y la quemaron. Los involucrados intentaron hacer pasar el asesinato como suicidio. Shahjahan Saju, abogado de la familia de Nusrat Jahan Rafi, asesinada en abril pasado en Feni, señaló que los acusados fueron sentenciados a muerte bajo la sección 4 (1) y 30 de la Ley para la supresión de la violencia contra las mujeres y niños, que se refiere a asesinatos con sustancias inflamables y complicidad, El asesinato de la joven conmocionó al país y provocó una serie de protestas que exigían justicia. El juicio ha sido uno de los más rápidos en un país donde tales casos suelen tardar años en concluir. El fiscal Hafez Ahmed dijo a los periodistas que demostró "que nadie se saldrá con la suya en Bangladesh". Entre los condenados figura Siraj Ud Doula, el director de la escuela islámica donde estudiaba Nusrat y contra el que presentó la denuncia por acoso sexual, así como varios profesores y estudiantes del centro. El tribunal del distrito de Feni, también ordenó a cada uno de los condenados pagar una multa de unos mil euros (unos mil 100 dólares) a la familia de la joven. El asesinato de Nusrat se remonta al pasado 6 de abril, cuando varios individuos disfrazados con burkas la engañaron para subir a la azotea del colegio, donde le pidieron que retirara la denuncia de acoso sexual contra el director. Al negarse, la rociaron con queroseno y le prendieron fuego. Nusrat murió cuatro días después en un hospital tras padecer quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo. Los acusados intentaron hacer pasar el asesinato por un suicidio, según la investigación policial, reportó la prensa internacional. La investigación sobre la muerte de Nusrat reveló una conspiración para silenciarla, que incluyó a compañeros de clase y a varios hombres poderosos de la comunidad como Ruhul Amin y Maksud Alam, líderes locales del partido gobernante de la Liga Awami. Varios policías locales habrían estado coludidos con los condenados en la divulgación de información falsa de que la joven se había suicidado, sin embargo, los oficiales no estaban entre los juzgados por el asesinato de Nusrat.