La prensa que hay en Latinoamérica es de la peor del mundo, con reporteros que en realidad son actores políticos y un mal periodismo que es letal para la democracia, dijo el martes el presidente ecuatoriano Rafael Correa. "Hay periodistas que hacen política sin ninguna responsabilidad y eso es tremendamente malo para la democracia. O son periodistas o son políticos. Defínanse, pero no se escondan en el periodismo siendo políticos. Eso es lo que tenemos", dijo Correa durante una entrevista con The Associated Press. El presidente habló días después de que la Secretaría de Comunicación archivase el proceso administrativo para disolver la organización Fundamedios, que se encarga de monitorear y defender la libertad de expresión en Ecuador. El 9 de septiembre la Secretaría había dispuesto el inicio del proceso de disolución de Fundamedios bajo la acusación de hacer política partidista. Organismos como el Comité para la Protección de los Periodistas, Human Rights Watch y el Departamento de Estado de Estados Unidos rechazaron el eventual cierre de la organización. Correa dijo que, a pesar de que también hay problemas de manipulación en el periodismo de Estados Unidos y Europa, el nivel de profesionalismo y ética es más alto en esos continentes. En Latinoamérica, sostuvo, los medios defienden el status quo. El mandatario ridiculizó lo que describió como "esta imagen de periodistas buenos perseguidos por políticos corruptos que abusan del poder... Por un instante imagínese que puede ser lo contrario, periodistas corruptos que abusan del poder persiguiendo a políticos honestos. Eso pasa frecuentemente en América Latina", expresó. Correa, que asumió el poder en enero de 2007, mantiene tirantes relaciones con los medios de comunicación privados, a los que acusa de ser voceros de la derecha y responsables de hacer oposición política. Por otro lado, el presidente describió como "un fracaso" las protestas de cientos de indígenas, centrales sindicales, grupos de profesionales, estudiantes y organizaciones sociales que marcharon a mediados de mes en Quito en rechazo a las políticas económicas y laborales de su gobierno y de una iniciativa que facilitaría la reelección indefinida de las autoridades. Correa señaló que las manifestaciones han tenido muy pocos participantes y que los indígenas le apoyan en su gran mayoría. El mandatario destacó que si mañana hubiera elecciones se enfrentaría solo a la izquierda "supuestamente radical" y a ciertos indígenas que están perdiendo sus espacios de poder. "Mañana son las elecciones y volvemos a derrotarles tres a uno. No es arrogancia", indicó. Correa ya fue reelegido una vez, pero no puede postularse para un tercer mandato porque la constitución no lo permite. El mandatario, no obstante, aclaró que no quiere presentarse a la reelección en el 2017 porque la oposición es minoritaria y está extremadamente fragmentada. El mayor problema, no es la oposición sino la prensa de la oposición "que va a destruir a cualquier candidato", señaló.