Moscú.- El presidente Vladimir Putin afirmó hoy que Rusia es una de las más poderosas naciones nucleares y que seguirá fortaleciéndose para hacer frente a cualquier agresión, pero rechazó tener intenciones de involucrarse en un conflicto a gran escala. El líder ruso destacó las capacidades nucleares de Rusia en un foro internacional de jóvenes que tiene lugar en el centro del país, durante el cual también se refirió a la crisis en el este de la vecina Ucrania. En su discurso, Putin afirmó que Rusia está lejos de involucrarse en cualquier conflicto a gran escala, “no queremos y no tenemos la intención de hacerlo”, pero “los socios deben entender que es mejor no perder el tiempo con Rusia”, añadió. “Quiero recordarles que Rusia es una de las más poderosas naciones nucleares. Esto es una realidad, no sólo palabras. Estamos fortaleciendo nuestras fuerzas de disuasión nuclear y armadas, para mayor eficiencia”, sostuvo. Reconoció que su país continuará fortaleciendo su potencial nuclear, cuyos propósitos “no son de intimidación, sino garantizar su propia seguridad”. Sostuvo que estos esfuerzos no son una amenaza contra alguien, sino para la seguridad y tranquilidad de su propio país que “debe estar preparado para repeler cualquier agresión”. Puntualizó que hasta ahora “nadie ha pensado en un conflicto a gran escala con Rusia”, pero advirtió que “lo mejor es que no vengan contra de Rusia en un posible conflicto armado”, de acuerdo con despachos de la agencia local de noticias Itar Tass. El presidente ruso también exhortó a Occidente a darse cuenta de que las autoridades ucranianas son incapaces de establecer el orden en su país y obligarlas a iniciar negociaciones sustanciales con las regiones del sureste del país. Putin indicó el gobierno de Kiev insiste en que las conversaciones son necesarias, pero que al mismo tiempo permite a su ejército seguir combatiendo en la región este y sureste de Ucrania con la esperanza de que “van a establecer el orden allí rápidamente”. Sin embargo, “no son capaces de hacerlo aunque tampoco se sientan a conversar”, lamentó e insistió que occidente debe llevar a las autoridades ucranianas a conversaciones exhaustivas para solucionar la crisis. Estimó necesario discutir qué tipo de derechos va a tener la gente de las regiones de Donetsk y Lugansk, y después registrarlos como leyes, pero resaltó que lo más importante es lograr un acuerdo sobre la esencia del conflicto. La crisis en Ucrania estalló en febrero pasado cuando se recrudecieron las protestas contra Viktor Yanukovick, quien finalmente fue destituido como presidente y la entonces oposición tomó el poder , suscitando inconformidad en las regiones del este de ese país. La primera región que se negó a reconocer a las autoridades en Kiev fue Crimea, la cual tras un referendo decidió separarse de Ucrania y adherirse a la Federación Rusa, movimiento que recibió fuertes críticas de Occidente que se negó a reconocerla como parte de Rusia. Casi de manera simultánea, Donetsk y Lugansk comenzaron un proceso parecido con la intención de separarse de Ucrania, en medio de acusaciones de que Rusia estaba detrás de esos movimientos, incluso suministrando armas a los rebeldes. Estados Unidos y Europa han impuesto una serie de sanciones contra Moscú por inmiscuirse en asuntos internos de Ucrania y violar la integridad territorial del país, aunque el gobierno ruso asegura que no es parte del conflicto.