Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Este 22 de febrero dio inicio la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, tiempo que para la Iglesia Católica es de arrepentimiento, penitencia y conversión durante 40 días hasta el Domingo de Ramos. En la Semana Santa cobra relevancia el Triduo Pascual que inicia el Jueves Santo, cuando se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos; luego el Viernes Santo, con la crucifixión y muerte; y sobre todo la Vigilia Pascual, entre la noche del sábado y madrugada del domingo, que se celebra la resurrección de Cristo. Pero, ¿por qué el Miércoles de Ceniza y la Semana Santa no tienen una fecha fija cada año? En 2022 la Cuaresma empezó el 2 de marzo y el Domingo de Ramos se celebró el 10 de abril. Este año la Semana Santa se llevará a cabo del domingo 2 al sábado 8 de abril, y esto tiene relación con la Luna llena o la también considerada Luna Rosa. TRADICIÓN JUDÍA Y FASES LUNARES La razón por la que la Semana Santa inicia en distintas fechas cada año, a partir del Miércoles de Ceniza, tiene sus raíces en la celebración de la Pascua judía o “Pesaj”, que conmemora la salida del pueblo judío de Egipto. Pero una clave determinante tiene relación con las fases lunares. Según la tradición, había Luna llena cuando los israelitas fueron liberados de la esclavitud de Egipto, lo cual les permitió mirar por dónde pisaban y así dirigirse hacia su destino sin necesidad de lámparas o antorchas que los delataran ante los soldados del faraón. También Jesús celebró la Pascua con sus discípulos en coincidencia con la Luna llena o Luna Rosa, un jueves, cuando tuvo lugar la “Última Cena”. Por eso la Iglesia estableció que el Jueves Santo se conmemore en el jueves más cercano a esta fase lunar entre los meses de marzo y abril de cada año, por eso el inicio de la Cuaresma y la Semana Santa no se celebran en una fecha fija. Este año, el Jueves Santo y la Luna Rosa coincidirán exactamente el mismo día, 6 de abril. LOS CUARENTA DÍAS Hay un fundamento bíblico relacionado con el número cuarenta, como los cuarenta días del diluvio; los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto; los cuarenta días de Moisés y Elías en la montaña; los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto antes del inicio de su vida pública, así como de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto, de acuerdo con información del portal católico Aciprensa.