Notimex / La Voz de Michoacán Ciudad del Vaticano, 17 Jul.- El Papa Francisco sustituyó el papamóvil blindado por un jeep descapotado y sin barreras para estar en contacto directo con la gente, durante su viaje a Brasil de la próxima semana. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró en conferencia de prensa que fue una decisión personal de Jorge Mario Bergoglio cambiar la costumbre de utilizar el tradicional vehículo con la cabina de vidrios antibalas. "Está en continuidad con lo que ya hace aquí, lo hemos visto en El Vaticano siempre con estos vehículos descapotables y el Papa en Brasil seguirá usando la misma, porque se ve que se siente bien en comunicación con el ambiente circundante", dijo. El sacerdote jesuita confirmó que fueron enviados dos coches con esas características desde Roma hasta Brasil, uno blanco que será el oficial y otro de color verde, que será la reserva. Así Francisco cambió una tradición que se remonta a 1981 cuando Juan Pablo II comenzó a utilizar el papamóvil blindado luego de sufrir el atentado a manos del terrorista turco Mehmet Ali Agca. Por décadas los viajes apostólicos internacionales, primero de Karol Wojtyla y después de Joseph Ratzinger, estuvieron identificados con el vehículo blanco y la inconfundible cabina en su parte superior. El Papa cumplirá su primer viaje apostólico internacional a Brasil del 22 al 29 de julio próximo, allí participará en las actividades de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro y visitará también la localidad de Aparecida. En su periplo el Papa Francisco introdujo otras novedades, por ejemplo no dará una conferencia de prensa a bordo del avión papal que lo trasladará de Roma a Río de Janeiro, aunque sí saludará a los periodistas que viajarán con él. Lombardi estableció además que el vuelo no tendrá servicios particulares. "El viaje es completamente normal, el avión es el que es y los asientos son esos, no hay nada de particularmente extraordinario, sinceramente era así ya con Benedicto XVI", precisó. El portavoz se mostró sereno ante las manifestaciones públicas desencadenadas en las últimas semanas en territorio brasileño. "Las autoridades vaticanas se fían siempre con gran confianza a las autoridades locales, que son competentes, que saben hacer su trabajo y sabrán tomar las medidas oportunas para que todo se desarrolle en el mejor de los modos", sostuvo. "Debemos tener confianza en la capacidad de gestionar las situaciones de las autoridades locales, vamos con total seguridad sabiendo que estas manifestaciones no son contra el Papa y la Iglesia, vamos con serenidad seguros que será una bellísima ocasión", apuntó. Expresó su seguridad en que todos comprendan que el Papa lleva un mensaje de solidaridad, de convivencia pacífica y de desarrollo equitativo para la sociedad. Minimizó la polémica sobre los gastos que supone la JMJ y afirmó que normalmente una visita del Papa es un evento importante y deseado para gran parte de la población, en especial para los católicos. Estableció que por ello es natural que la comunidad se empeñe para acogerlo de la mejor manera, como ocurre con las visitas importantes. "Cuando se dan gastos en este caso son gastos que se tienen para pagar a uno que desarrolla un trabajo, no es que se toma el dinero y se tira por la ventana en el mar, se dan a quien trabaja para procurar el orden público, para construir las estructuras necesarias", explicó. "Por lo tanto son dineros invertidos en quienes desarrollan un cierto servicio en el campo del bien común para este evento que es deseado por gran parte de la población. Esos recursos no son malgastados, son invertidos", ponderó.