AP / La Voz de MichoacánLa Paz, Bolivia. El líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho se encontraba el martes sin poder salir del aeropuerto de La Paz mientras seguidores del presidente Evo Morales le impedían llegar a la casa de gobierno para llevarle al mandatario una carta para que firme su renuncia bajo la acusación de fraude electoral. El presidente del poderoso Comité Cívico de Santa Cruz convocó el lunes en la noche un mitin con miles de manifestantes opositores en las calles, llamó a radicalizar las protestas desde el martes para forzar la dimisión del mandatario y dijo que tiene lista la carta de renuncia de Morales. El mandatario calificó la acción opositora como un intento de golpe de Estado. Santa Cruz, en el oriente, es la ciudad más poblada, motor agroindustrial del país y bastión de la oposición a Morales. La región vive 14 días de paro tras las polémicas elecciones presidenciales del 20 de octubre que dieron la ventaja a Morales en primera vuelta. Los opositores y un movimiento cívico-ciudadano rechazan ese resultado alegando que el mandatario hizo fraude para reelegirse a un cuarto mandato. El Ministerio de Gobierno dijo que movilizó policías al aeropuerto para garantizar la integridad física del opositor y resguardar las instalaciones. En tanto, opositores intentaban tomar oficinas públicas en Santa Cruz el martes siguiendo las instructivas de Camacho. En La Paz y otras ciudades del país, las protestas opositoras continuaban con cortes de rutas en calles y avenidas y actividades comerciales y laborales a medidas debido al conflicto que ya se prolonga por tres semanas. El martes hubo nuevos amagues de enfrentamientos y agresiones entre transportistas que buscan despejar rutas y manifestantes que mantienen barricadas en las calles de las principales ciudades. Éstas son las mayores protestas que enfrenta Morales en sus casi 14 años en el poder. El mandatario llegó debilitado a los comicios por escándalos de corrupción y su empeño de reelegirse pasando por alto un referendo que le negó esa posibilidad, lo que encendió el rechazo ciudadano a pesar de su buena gestión económica, que garantizó estabilidad, baja inflación y crecimiento. El respeto al voto moviliza las protestas. De parte del gobierno, grupos afines también protagonizan marchas para exigir que se respete el resultado