Moscuú. Rusia dijo el viernes que mató al líder de Estado Islámico en un ataque aéreo contra una reunión de líderes del grupo extremista a las afueras de su autoproclamada capital de facto en Siria. Abu Bakr al-Baghdadi falleció en un ataque de la aviación rusa a finales de mayo junto a otros altos mandos de la milicia radical, explicó el Ministerio de Defensa ruso. El deceso de al-Baghdadi ya se reportó de forma errónea en otras ocasiones en el pasado. El líder de EI hizo público un audio por última vez el 3 de noviembre, instando a sus seguidores a seguir luchando por Mosul y defender la ciudad ante la importante ofensiva de las fuerzas iraquíes que había comenzado semanas antes. Un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos para combatir a la milicia dijo en un comunicado el viernes que no podía confirmar la afirmación de Moscú. Las informaciones sobre la muerte de al-Baghdadi coinciden con importantes reveses para el grupo, que perdió amplias zonas de territorio y lucha para defender sus dos feudos, Mosul en Irak y Raqqa en Siria. Varios grupos, que cuentan con el respaldo aéreo de la alianza encabezada por Washington, lanzaron operaciones para tomar ambas ciudades. Funcionarios estadounidenses y activistas sirios señalaron que varios comandantes de EI huyeron de Mosul y Raqqa en los últimos meses hacia Mayadeen, una remota ciudad en el corazón del valle del Éufrates, una región siria próxima a la frontera con Irak controlada por el grupo. El anuncio sobre el posible fallecimiento de al-Baghdadi se produce también casi tres años después de que se autoproclamase líder de un califato islámico en Irak y Siria desde una histórica mezquita de Mosul. De confirmarse, sería un importante éxito militar para Rusia, que desde septiembre de 2015 lleva a cabo una campaña de apoyo al presidente de Siria, Bashar Assad. Según el Ministerio de Defensa ruso, la ofensiva aérea del pasado 28 de mayo atacó una reunión de EI que se celebraba en las afueras del sur de Raqqa, la ciudad siria que el grupo declaró su capital de facto. En la operación murieron unos 30 comandantes de nivel intermedio y unos 300 combatientes.