EFE / La Voz de Michoacán Washington. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró este lunes que no defiende un cambio de régimen en Rusia y explicó que su referencia a la salida del poder del presidente ruso, Vladímir Putin, expresaba "indignación moral" ante la invasión rusa de Ucrania. "Estaba expresando la indignación moral que sentía (…) No estaba articulando un cambio en la política" respecto a Rusia, señaló Biden en un acto en la Casa Blanca al presentar su propuesta presupuestaria, un día después de regresar de una gira europea en la que se reunió con refugiados ucranianos. Biden rechazó que se estuviese "retractando" y subrayó que "solo" evocó su opinión "personal" al respecto. "La última parte del discurso estaba hablando con el pueblo ruso. Estaba comunicando esto, no solo al pueblo ruso, también al resto del mundo. Remarcando un hecho sencillo, que este tipo de comportamiento es totalmente inaceptable. Totalmente inaceptable. Y que la manera de enfrentarlo es fortalecer y mantener a la OTAN completamente unida y ayudar a Ucrania donde podamos", aseveró ante los periodistas. El sábado, en un discurso en Varsovia (Polonia), el mandatario estadounidense afirmó que Putin no podía "permanecer en el poder", unas declaraciones que generaron polémica y fueron luego matizadas por la Casa Blanca y el secretario de Estado, Antony Blinken. La frase no estaba en el texto que le habían preparado sus asesores y, enseguida, la Casa Blanca se apresuró a dejar claro que Biden no había anunciado un cambio en la política exterior de Estados Unidos, que ha hecho todo lo posible para evitar ser acusado de injerencia en los asuntos internos rusos. Justo después del discurso de Biden, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, consideró que a Washington no le corresponde decidir quién lidera el país y afirmó que "al presidente de Rusia lo eligen los rusos". Al menos mil 151 civiles han muerto en ataques armados en la guerra de Ucrania y más de 3 millones de ucranianos han buscado refugio en los países vecinos desde que las fuerzas rusas comenzaron el 24 de febrero la invasión militar, según los últimos datos de Naciones Unidas.