Tras confesar un acto de pederastia, un sacerdote de la comunidad Trieste, al norte de Italia, se suicidó en la casa parroquial poco antes de que le fuera anunciada oficialmente su expulsión eclesiástica. Maks Suard, sacerdote italiano de 48 años, tenía programado reunirse este martes con el obispo de Trieste, Giampaolo Crepaldi, como resultado de una querella contra el sacerdote que "ocurrió hace muchos años y que involucró a una niña de 13 años", reprodujo el diario “Corriere della Sera”. A su arribo a la casa parroquial, Giampaolo Crepaldi encontró al sacerdote ahorcado en la sacristía. Al encontrar el cuerpo del hombre, el prelado llamó al servicio de emergencias, pero ya era demasiado tarde. El sábado pasado el obispo se había comunicado con Maks para comunicarle que, tras admitir su responsabilidad, por el derecho canónico se tomaría como primer acto la eliminación de todos sus cargos pastorales y se enviaría el archivo al Vaticano, responsable de investigar este tipo de delitos. En ese entonces el sacerdote "con la humildad y la serenidad de espíritu, había pedido dos días para preparar una carta de renuncia y una declaración escrita", indicó una nota de la Curia, publicada por el diario italiano.