Notimex/La Voz de Michoacán Buenos Aires. Los presidentes de China, Xi Jinping, y Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron hoy aquí en medio de la guerra comercial que ambos comenzaron este año y que ha afectado a la economía global. Los mandatarios cenaron en uno de los hoteles más lujosos de Buenos Aires poco después de que terminara la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), en la que participaron y que concluyó con un documento de consenso que defendió el multilateralismo e impulsó una reforma de la Organización Mundial de Comercio. Antes del encuentro, en el que también estuvieron funcionarios de los dos países, Trump explicó que era una reunión importante en la que hablarían de comercio y aseguró que tiene una relación “muy especial” con Xi, con quien no se veía desde la gira oficial que realizó a Beijing en noviembre del año pasado. Probablemente vamos a terminar haciendo algo que será bueno para China y Estados Unidos", manifestó Trump en un tono que bajó la tensión que ha marcado la relación bilateral en los últimos meses. Xi, por su parte, coincidió en que tiene una amistad cercana con el mandatario estadunidense y aseveró que "sólo a partir de la cooperación se podrán cumplir los intereses de paz y prosperidad en el mundo”. La víspera, Trump ya había asegurado que había “buenas señales” con respecto a la reunión y “si podemos llegar a un acuerdo, sería bueno, pienso que ellos lo quieren y a nosotros nos gustaría”. Al término de la reunión no hubo declaraciones a la prensa, pero el solo hecho del encuentro representó una señal de acercamiento de posiciones entre los dos gobiernos, de acuerdo con analistas. En julio pasado, Trump comenzó a aplicar un 25 por ciento de nuevos aranceles a productos chinos con el argumento de que el país asiático tenía prácticas comerciales desleales, pero luego amplió la lista de mercancías con incremento impositivo. El gobierno de Xi lo acusó de haber iniciado la guerra comercial más grande de la historia y respondió con la imposición de aranceles a productos estadounidenses. Estados Unidos y China representan a las economías más grandes del mundo, por lo que la escalada en la tensión comercial bilateral afectó a los mercados globales en diversas jornadas a lo largo del año.