Redacción / La Voz de Michoacán. Bruselas, Bélgica. A la medianoche del 31 de enero en Bruselas, Gran Bretaña comenzó una transición de 11 meses en la que seguirá cumpliendo con las reglas y regulación del bloque de la Unión Europea (UE) mientras decide qué tipo de Brexit seguirá. Lo que surge mientras Gran Bretaña se despide de la Unión Europea podría determinar el curso de la nación y su lugar en el mundo durante décadas. Gran Bretaña había estado debatiendo los pros y los contras de la membresía a una comunidad europea de naciones casi desde el momento en que se planteó la idea. Realizó su primer referéndum sobre la membresía a lo que entonces se llamaba la Comunidad Económica Europea en 1975, menos de tres años después de su adhesión. En ese momento, el 67 por ciento de los votantes apoyaba pertenecer al bloque. En 2013, el entonces primer ministro, David Cameron, prometió un referéndum nacional en torno a la membresía a la Unión Europea con la idea de acabar el asunto de una vez por todas. Las opciones presentadas a los votantes eran amplias y ambiguas: Quedarse o irse. Cameron estaba convencido de que Quedarse ganaría sin problemas. Europa es el mercado más importante para las exportaciones de Gran Bretaña y su mayor fuente de inversión extranjera, mientras que la membresía en el bloque ha ayudado a Londres a consolidar su posición como centro financiero global. Razón por la cual esta decisión no solo involucra la dimensión política del país sino que también repercute en la economía mundial al ser una de las alianzas más poderosas en el mercado mundial, Gran Bretaña se coloca como uno de los principales centros financieros de occidente. De manera que el gobierno ha proyectado que, en 15 años, la economía del país sería de un 4 al 9 por ciento menor si Gran Bretaña dejara la Unión Europea, dependiendo del modo en que se dé la salida. Theresa May había prometido que el Brexit pondría fin al libre movimiento, es decir, al derecho de las personas en el resto de Europa a trabajar y vivir en Gran Bretaña. Era un triunfo para la clase trabajadora, muchos de quienes consideran que la migración amenaza sus empleos. Pero poner fin al libre movimiento sería recíproco y esto desanimaba a los jóvenes británicos que desean estudiar o trabajar en el extranjero. Aunque este día marca un hito simbólico, es simplemente el comienzo de un capítulo potencialmente más volátil de un divorcio turbulento, en el que los líderes políticos y empresariales discuten cómo será el Brexit. Johnson ha prometido en varias ocasiones completar la salida a finales de año. Si cumple con su palabra, Gran Bretaña y la Unión Europea tendrán que llegar a un acuerdo que regule el comercio a través del Canal de la Mancha de manera acelerada. También habrá negociaciones sobre el comercio de bienes manufacturados y servicios que conforman gran parte de la economía británica. Si las partes no logran un acuerdo, así sea uno limitado que deje para el año siguiente algunos asuntos, Gran Bretaña saldría disparada del bloque sin acuerdo, lo cual abriría la puerta a aranceles e interrupción fronteriza, un escenario similar al del brexit sin acuerdo que los legisladores han temido desde hace mucho. UE retira banderas del Reino Unido Las banderas británicas comenzaron ha ser retiradas de los edificios de la Unión Europea (UE) en esta capital, antes de que el Brexit se concrete en unas horas y en medio de diversas reacciones europeas. Los reporteros belgas reportan que en el área de visitantes del edificio del Parlamento de la UE, ya fue retirada una de las banderas aunque otras todavía ondean afuera. En la embajada de Londres, en esta capital, la bandera de la UE ya fue retirada de uno de los postes que se encuentran en la entrada, reportó el diario Daily Mail.