El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia anunció que todo está listo para las elecciones del domingo que se esperan sean tranquilas mientras el presidente Evo Morales, favorito para reelegirse, regresó el sábado en caravana a su pueblo cocalero para sufragar. "Nos vamos por tierra en caravana hasta Chapare donde nos espera un almuerzo de trucha. Jugaré un partido de futsal con mis compañeros cocaleros para bajar la tensión. La campaña me ha perjudicado en mi estado físico", dijo el mandatario al invitar a periodistas a acompañarlo hasta la región del centro de Bolivia donde lideró por más de una década a los cocaleros antes de saltar a la política. Las encuestas anticipan que ganará hasta con un 59% de los votos pero el mandatario anticipó un "mazazo" electoral y dijo que batirá su récord de 64% logrado en 2009. Su principal contrincante el empresario Samuel Doria Medina de la coalición centroderechista Unidad Demócrata (UD), rechazó la víspera reunirse con el jefe de la misión de observadores de la OEA el ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom. "No creo que la misión electoral de la OEA tenga la menor intención de hacer una observación que pueda incomodar al gobierno", dijo en un comunicado de prensa. Los cuatro candidatos de la oposición han denunciado a Morales por abuso de medios y recursos del estado en la campaña y de saturar de proselitismo con la complacencia del Tribunal Electoral.