El magnate Donald Trump se vio obligado ayer a pasar a la defensiva para contrarrestar el avance del cirujano, Ben Carson, en Iowa, que garantizará la ventaja de salida a quien intente alzarse con la victoria en las primarias del Partido Republicano. Tras el avance de Carson en ese estado, donde el médico tiene 32% de respaldo, el empresario, quien tiene 18% de los apoyos, criticó a su adversario a quien tildó de “poco experimentado” en asuntos de comercio internacional. Trump también se lanzó contra los medios de comunicación, a los que calificó de “escoria” por presentarlo como un candidato poco serio y con muchas carencias. “La pregunta que ahora nos hacemos muchos es si acaso Trump será capaz de remontar en Iowa”, consideró Bob Cusak, analista y columnista político. La oportunidad de Trump para evitar que Carson le siga comiendo terreno se producirá durante el tercer debate del partido republicano mañana, en la Universidad de Colorado, en Boulder. De cara a ese encuentro, otro de los aspirantes en contienda, Jeb Bush, comienza a sentir los rigores de una campaña que no levanta vuelo. En Iowa, Bush está en la quinta posición con 6.2% del resplado. Ayer se informó que, de acuerdo con una encuesta de AP-GfK, 72% de los hispanos tiene una opinión desfavorable de Trump.