Notimex/La Voz de Michoacán EUA. El gobierno del presidente Donald Trump confirmó hoy que estudia opciones para que el Departamento de Defensa (DOD) construya porciones del muro en las secciones donde mantiene bases militares en la frontera con México. El Pentágono mantiene un número reducido de bases militares en las líneas limítrofes de los cuatro estados colindantes con México: California, Arizona, Nuevo México y Texas. Trump centra en el muro su primera visita a California como presidente. Como parte de lo que DOD hace todos los días, en términos de protección de fuerza, estamos viendo opciones para que los militares construyan el muro en las instalaciones militares en la frontera”, señaló la secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen. Entre las opciones consideradas por funcionarios, de acuerdo con medios estadunidenses, figura el Campo de Tiro de la Fuerza Aérea Barry Goldwater, ubicado en la frontera entre Arizona y México. Se trata de un sitio de entrenamiento para bombardeo de misiles aire-tierra, con 31 millas (unos 50 kilómetros) de frontera con México, aunque no está claro si el lugar es un sitio de tránsito habitual para el tráfico de personas dada su peligrosidad. La posible participación de militares en la construcción del muro forma parte de las acciones del presidente Donald Trump para apuntalar la seguridad fronteriza, incluido el despliegue inmediato de un número no determinado de elementos de la Guardia Nacional. Los elementos de la Guardia Nacional serán activados bajo los parámetros del llamado Título 31, por lo cual deberán ser aprobados por los gobernadores de California, Arizona, Nuevo México y Texas, que tendrán en todo el momento el control operativo de la Guardia. El Departamento de Seguridad Interna (DHS) aclaró que el deseo del gobierno federal es que cumplan una misión similar a la de los seis mil elementos desplegados en la operación Jump Start del presidente George W. Bush en 2006. Bajo Jump Start, los elementos de la Guardia Nacional cumplieron labores exclusivas de apoyo a la Patrulla Fronteriza, como vigilancia, reconocimiento y asesoría, pero no funciones de cumplimiento de la ley, como detenciones o arrestos. Aunque los militares estadunidenses estaban armados con fusiles, sólo podían responder si eran objeto de ataques armados y tenían que usar una fuerza proporcional a la amenaza. Durante Jump Start, la Guardia Nacional estableció zonas de vigilancia en la frontera pero se limitaba a reportar incidentes de entrada ilegal a la Patrulla Fronteriza.