Dallas.- El equipo de transición del presidente electo Donald Trump mantiene ya conversaciones con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos sobre la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, informó hoy la cadena CNN. Las conversaciones incluyen cómo específicamente algunas leyes ambientales pudieran obstruir la construcción del muro fronterizo, indicó la cadena de televisión. El pasado miércoles, durante su primera conferencia de prensa como presidente electo, Trump señaló que no desea esperar para la construcción del muro y que planea proceder rápidamente con su edificación. “Empezaremos inmediatamente después de que lleguemos a la oficina, no quiero esperar”, dijo el mandatario electo. Trump indicó que el vicepresidente electo Mike Pence había ya comenzado sus esfuerzos para obtener permisos del Congreso y agencias gubernamentales para comenzar la construcción del muro. Un funcionario federal, quien no fue identificado por CNN, dijo a la cadena de televisión que parecía que el equipo de transición estaba analizando “qué tipo de barreras regulatorias estaban en el camino para poder deshacerse de ellas”. Existen una serie de leyes locales, estatales y federales, para proteger las especies en peligro y la calidad del aire y del agua, las cuales podrían chocar con la construcción del muro. Sin embargo, un experto en derecho ambiental dijo a CNN que el equipo de transición de Trump podría terminar usando el lenguaje inscrito en la Ley Real ID de 2005. Dicha ley incluye una disposición que permite al secretario de Seguridad Interna exentar las leyes locales, estatales y federales si considera que constituyen un obstáculo para construir muros y caminos a lo largo de las fronteras estadunidenses. La organización ecologista Sierra Club expuso que la ley permite al Departamento de Seguridad Interna (DHS) exentar más de 30 leyes federales “en su totalidad”. Algunas de esas leyes ambientales federales incluyen las legislaciones de Política Ambiental Nacional, de Especies en Peligro, de Agua Limpia, de Conservación Histórica Nacional, del Tratado de Aves Migratorias, de Aire Limpio y de Protección de los Recursos Arqueológicos. CNN recordó que en 2008, el secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, invocó ese poder para evadir las leyes ambientales para construir barreras a lo largo de zonas de la frontera sur. Otro funcionario federal declaró a CNN que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) se ha estado preparando para un escenario donde se les informe que se debe construir una pared a lo largo de la frontera sur. “En el momento en que Donald Trump ganó las elecciones, el DHS inició discusiones sobre cómo hacer realidad un muro si se le encargaba ayudar a que esto ocurriera, entre ellas determinar dónde comenzar a erigir el muro primero e identificar las áreas prioritarias a lo largo de la frontera”, agregó el funcionario. Melinda Taylor, profesora de derecho ambiental de la Universidad de Texas, advirtió que si la nueva administración renuncia a todas las leyes federales que buscan proteger el medio ambiente y la preservación histórica “será particularmente trágico”. “Si realmente tratan de construir un muro, sin tener en cuenta las leyes ambientales y sin declaraciones de impacto ambiental, el efecto de un muro fronterizo sería más catastrófico que el cerco fronterizo”, explicó. Un muro impediría que el agua fluya a través de la frontera mexicana, y también que la vida silvestre migre a través de la zona limítrofe, incluyendo el ocelote, especie en peligro de extinción, que se ubica en el sur de Texas y el norte de México. Muchas otras especies en peligro de extinción viven también a lo largo de la frontera en California y Arizona. Está además el asunto de las tierras de los nativos americanos y de los propietarios privados que tienen terrenos a lo largo de la frontera, así como la preservación histórica de posibles vestigios arqueológicos en la zona.