El primer ministro de Túnez, Habib Essid, despidió hoy a seis comandantes de la policía, incluidos los responsables de la seguridad turística y una brigada de inteligencia, tras el ataque de la semana pasada en el Museo del Bardo de la capital. Además cesó al jefe de la policía de la capital y al del museo del Bardo, tras constatar “lagunas” en la protección de la zona, cinco días después del atentado que costó la vida a 20 turistas extranjeros y un policía. El jefe de gobierno “visitó ayer por la noche (el barrio del museo) y detectó varias fallas en la seguridad. Por eso "decidió" cesar a algunos funcionarios, entre ellos el jefe de la policía capitalina. En este sentido, un soldado tunecino murió y otros dos resultaron heridos al estallar un mina al paso de su convoy en Kaserine, una región montañosa en la frontera con Argelia, en la que están atrincherados cientos de yihadistas, informaron hoy medios locales. El presidente tunecino Beji Caid Essebsi también había criticado las fallas de seguridad registradas en el mortal incidente. Essebsi afirmó que un tercer autor del atentado contra el museo del Bardo se había dado a la fuga, en una entrevista a medios franceses. En una ofrenda floral delante de la puerta del museo, el mandatario explicó que en las imágenes de las cámaras de seguridad se ven tres individuos armados y que el fugado "no llegará muy lejos". "Seguro, había tres" autores, declaró el presidente, recordando que "dos fueron ejecutados" y asegurando que uno "todavía" está prófugo. El atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) se cobró el miércoles la vida de 20 extranjeros y un policía tunecino.