Notimex / La Voz de Michoacán Dallas, 28 May.- La ciudad de Houston, Texas, conocida como la capital mundial de la energía, es también el principal creador de empleo en todo el país, según un análisis difundido hoy por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. El estudio destaca que las diez áreas metropolitanas más grandes del país han logrado recobrar 98 por ciento de los empleos perdidos durante la recesión económica que golpeó entre 2008 y 2010, en promedio. Sin embargo, Houston es la primera gran ciudad de Estados Unidos que recuperó no sólo los empleos perdidos durante la crisis, sino que ha sumado más de dos puestos de trabajo por cada uno de los que perdió durante la recesión económica. El reporte señala que Houston ha recuperado 230.5 por ciento de los empleos que tenía al inicio de la recesión en 2007. Dallas, otra ciudad en Texas, le sigue al haber recobrado 164 por ciento de los empleos perdidos. Washington D.C., la capital del país, fue ubicada en el tercer lugar en la recuperación de fuentes de trabajo después de la crisis entre las 10 principales urbes del país, con un 155 por ciento de creación de empleos, y Boston se ubicó en cuarto lugar con 129 por ciento, seguida de Nueva York con 102 por ciento. Otras ciudades que han logrado considerables avances en la creación de puestos de trabajo, pero que aún no recuperan el 100 por ciento de los empleos que tenían antes de la recesión económica son, Miami, Atlanta, Chicago, Filadelfia y Los Ángeles. La recesión en Texas fue relativamente leve, gracias a los errores aprendidos por las industrias de la energía y de bienes raíces de la región, explicó Patrick Jankowski, economista y vicepresidente de investigación de la Greater Houston Partnership, una asociación que promueve el desarrollo económico de la ciudad. Texas "ganó la recesión no sólo por los puestos de trabajo que ha creado, sino también por los puestos de trabajo que pudo atesorar", indicó Jankowski. El economista enlistó algunas de las lecciones aprendidas por la industria energética, de bienes raíces y de servicios en Houston, como la dejada por el embargo petrolero árabe de 1973. El embargo cuadruplicó los precios del petróleo en sólo tres meses, lo que provocó un auge de perforación que en un momento representó la mitad de todos los empleos en los sectores de exportación de Houston, recordó Jankowski. Pero cuando los precios del petróleo se desplomaron en 1982, los trabajos de petroleras y mineras cayeron en un 57 por ciento. "La economía de Houston tocó fondo en enero de 1987", dijo Jankowski. La región tenía entonces 222 mil empleos menos de los que tenía hacia cinco años". En esta ocasión -dijo el analista al referirse a la pasada recesión económica- la industria de la energía evitó un ciclo de auge y después de caída dramática. "La región perdió uno de cada 22 puestos de trabajo en esta recesión, frente a uno de cada siete puestos de trabajo durante la recesión de los años 80s", señaló. Jankowski explicó que esta vez las pérdidas de trabajos fueron "leves", debido en parte a que los precios de los energéticos cayeron después y se recuperaron antes que el resto de la economía. Empero, aclaró, el sector energético de Houston es muy antiguo -la edad media es de 50 años- y las compañías temieron despedir a muchos trabajadores veteranos antes de que tuvieran tiempo de pasar sus conocimientos a las nuevas generaciones. La demografía de la industria de la energía de Houston "ayudó a moderar la pérdida de empleos", indicó. La década de los 80s también dejó una enseñanza al sector inmobiliario de Houston. Entre 1982 y 1987, Houston sufrió "una de las peores recesiones regionales en la historia de Estados Unidos", dijo Jankowski. El área metropolitana paró más de 220 mil puestos de trabajo -uno de cada siete en la región- pero añadió casi 188 mil unidades de vivienda, ya que los desarrolladores ignoraron las señales de que la demanda se había desplomado. En la pasada recesión, dijo Jankowski, el sector inmobiliario de Houston no se "engolosinó" con el auge en la construcción, generado por la facilidad de crédito hipotecario, cuya dificultad de pago provocó luego la reciente crisis financiera.