EFE / La Voz de Michoacán Nueva Delhi, India. Un hombre decapitó a su hija de 18 años de edad y caminó hasta una comisaría de Policía cercana en el norte de la India portando su cabeza, al no estar de acuerdo con la relación que ésta mantenía con un joven, según informaron a Efe fuentes oficiales. Un vídeo del hombre de unos 40 años marchando para entregarse a las autoridades con la cabeza de su hija en mano fue mostrado en las televisiones indias, en un nuevo caso de violencia contra las mujeres en el estado de Uttar Pradesh. "El acusado vio a su hija en una posición comprometedora con un hombre joven y, al verlo, perdió la calma y decapitó a su propia hija", dijo a Efe Anurag Vats, el superintendente de Policía del distrito de Hardoi donde tuvo lugar ayer el suceso. Según la fuente, el residente de la localidad de Pandeytara "fue detenido mientras iba de camino a entregarse". El estado de Uttar Pradesh ha sido escenario frecuente de casos de violencia contra las mujeres, sucesos que han generado una gran indignación en todo el país. Foto: Twitter. El hombre de 40 años caminó con la cabeza de su hija rumbo a la estación de Policía para entregarse, pero los oficiales lo encontraron en el camino. FRECUENTES ATAQUES CONTRA MUJERES A finales de febrero, tres jóvenes "intocables" o dalits, del escalafón más bajo del sistema de castas hindú, fueron envenenadas por un joven despechado, causando la muerte de dos de ellas, después de que la mayor lo rechazara el día de San Valentín. Un tribunal condenó en diciembre de 2019 a cadena perpetua a un parlamentario regional del BJP por la violación en Unnao dos años antes de una adolescente, en un caso en el que también murió el padre de la joven por la supuesta paliza de seguidores del político. Ese mismo año, también en Unnao, otra mujer murió carbonizada cuando se dirigía a testificar contra sus presuntos violadores. Y el pasado septiembre, en el último caso en Uttar Pradesh que alcanzó una gran repercusión mediática en todo el país, una joven dalit fue presuntamente violada en grupo y herida gravemente en una aldea por hombres de castas superiores. La joven moriría semanas después por las heridas en un hospital en Nueva Delhi y en plena noche fue trasladada a su pueblo, donde la incineró la Policía sin el consentimiento familiar ni la posibilidad de oficiar un velatorio, según denunciaron.