El número de muertos por el terremoto de 7.5 grados Richter en Afganistán, Pakistán e India aumentó a 430, mientras más de dos mil 200 personas resultaron heridas y cerca de ocho mil 400 casas dañadas, según balance difundido hoy por medios oficiales. En Afganistán, al menos 115 personas murieron, 538 resultaron heridas y unas cuatro mil casas, 12 escuelas, 17 mezquitas y 20 edificios públicos fueron dañados o destruidos, reportó el Palacio presidencial, citado por la agencia afgana de noticias Pajhwok. Mientras en Pakistán, unas 311 personas perdieron la vida, por lo menos mil 665 fueron lesionadas y cuatro mil 392 casas quedaron dañadas y destruidas, según el diario paquistaní Dawn, que cita a la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres. En India, otras cuatro personas fallecieron en los valles del Himalaya, vecinos a Pakistán y China. “La cifra podría aumentar”, señaló en Twitter el jefe de gabinete afgano, Abdullah Abdullah. La provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán, fue la zona más golpeada con 202 muertos, mil 486 heridos y tres mil 952 casas dañadas o destruidas, seguida de Gilgit con nueve decesos, Punjab con cinco y Azad Jammu Cachemira dos. En las áreas tribales de administración federal (FATA), la otra zona más afectada por el sismo en Pakistán y fronteriza también con Afganistán, fallecieron 32 personas y 90 resultaron heridas. Los gobiernos afgano y paquistaní no descartan que la cifra de víctimas mortales aumente una vez que los rescatistas lleguen a las zonas devastadas por el movimiento telúrico que se produjo la víspera a las 13:30 horas locales (09:30 GMT) en el noreste de Afganistán. El epicentro del sismo se registró en la región afgana de Hindu Kush, una zona montañosa que forma parte de la cordillera del Himalaya y que comparten Afganistán y Pakistán, que está escasamente poblada. En un inusual comunicado, los talibanes pidieron este martes a las organizaciones humanitarias y a los “países ricos” enviar ayuda a las víctimas del terremoto, muchas de ellas en zonas bajo su control o disputadas por los insurgentes. “El Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) pide a todas las organizaciones humanitarias y a los países ricos que no escatimen en ayudas a las víctimas del terremoto con refugios, alimentos y medicinas”, señalaron los insurgentes. El terremoto afectó a muchas zonas bajo control talibán, lo que complica la asistencia humanitaria a las víctimas, aunque los insurgentes aseguraron que contribuirán a que la ayuda llegue a los afectados e incluso podrían detener los combates. El vocero de los talibanes afganos, Zabihullah Mujahid, dijo que todos los equipos de rescate y las organizaciones benéficas no tendrán problemas en las zonas que ellos controlan porque “abrirán todas las carreteras y vías”. El terremoto, seguido de unas siete réplicas de hasta 4.8 grados en la escala de Richter, azotó zonas con presencia relevante de los talibanes e incluso algunas bajo su control como Kunar, Nuristán, Badakhshan, Baghlan, Kunduz y Laghman.