El Vaticano abrió una nueva investigación judicial para dar con el responsable de la filtración de un informe confidencial sobre las pesquisas conducidas sobre supuestas operaciones de lavado de dinero que involucran a su tesorería. El portavoz papal, Federico Lombardi, advirtió este miércoles que la publicación de ese reporte reservado en la prensa fue “parcial e imprecisa”. Lamentó que se hayan “lanzado hipótesis” de que en el pasado la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) fue usada para una actividad financiera ilícita. “La autoridad judicial vaticana abrió una investigación sobre la difusión del documento. La APSA ha siempre colaborado con los órganos competentes, no está bajo investigación y sigue desarrollando la propia actividad en el respeto de la normatividad vigente”, añadió. El sacerdote jesuita se refirió así a la filtración de una parte de un informe de 31 páginas que se atribuye a “investigadores vaticanos” y en el cual se indicaron una serie de operaciones sospechosas de lavado de dinero. Según el documento, las operaciones en cuestión estarían vinculadas con Gianpietro Nattino, presidente de Banca Finnat Euramerica SpA, el cual habría ordenado la transferencia de más de dos millones de euros a Suiza poco antes de la introducción de las normas antilavado en el Vaticano. Además sugirió que el APSA, organismo responsable de la gestión de las finanzas y de los inmuebles del Vaticano, habría sido utilizada –con complicidad interna- para el blanqueo de capitales y la “manipulación del mercado”, según el texto que cubre el periodo entre 2000 al 2011. Apenas unos pocos días atrás el mismo Lombardi confirmó la existencia de las investigaciones contra Nattino e incluso dijo que los fiscales vaticanos solicitaron la colaboración de las autoridades judiciales de Italia y Suiza mediante cartas rogatorias internacionales enviadas por vías diplomáticas el 7 de agosto de 2015. Al respecto, el empresario italiano señaló en una nota: “en relación con las recientes indiscreciones de la prensa, expreso mi total serenidad y confianza”. “Mi forma de actuar siempre se ha caracterizado por la máxima transparencia y rectitud, en el respeto de las normativas en vigor. Confío en que se pueda aclarar definitivamente, y cuanto antes, este caso”, apuntó. La investigación judicial anunciada este miércoles es distinta a otro proceso similar, conocido como “vatileaks 2”, que intenta esclarecer la filtración de otros documentos relacionados con las finanzas de la Santa Sede que dieron origen a los libros “Via Crucis”, de Gianluigi Nuzzi, y “Avaricia” de Emiliano Fittipaldi. Por ese caso hay dos indagados, el clérigo español y exfuncionario de primer nivel de la Santa Sede, Lucio Angel Vallejo Balda y la relacionista pública Francesca Immacolata Chaoqui. El primero de ellos permanece en “estado de arresto” dentro del territorio vaticano.