Rebeca López Flores En estos tiempos es cada vez más común saber que una persona sufre algún tipo de acoso laboral, derivado de una mala estrategia de elección para titulares de Altas dependencias y más grave aun cuando se trata de una institución que imparta justicia, ello es derivando de una carente calidad moral, una falta de liderazgo o se disfraza la falta de capacidad en el encargo; más aún cuando se ejerce de mujer de alto mando a una subordinada también mujer, mientras se pregona el día naranja y la erradicación de la no violencia contra las mujeres y donde se tiene que soportar la prepotencia y arrogancia de quien tiene el mando, escudándose en una embestidura; Heinz Leymann es quien define esta actitud de la siguiente manera: “Aquella situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo”. Los daños por el acoso laboral que afectan a las víctimas, físicos y psíquicos estrés, ansiedad, depresión, frustración, impotencia, insomnio, fatiga, disminución de la autoestima, humillación, cambios en el comportamiento, aislamiento, deterioro de las relaciones sociales, enfermedades físicas y mentales, úlcera, suicidio, hábitos adictivos, entre otras, de acuerdo a Género, salud y seguridad en el trabajo. De conformidad a la publicación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos denominada “Mobbing ”, ¿cuáles son los derechos humanos que se violentan con el acoso laboral y por qué? El derecho a la vida: Porque un acoso laboral que genera una crisis psicológica o un trastorno mental causa una afectación que puede poner en riesgo la vida. El derecho a la integridad física, psicológica y moral: Porque ese tipo de acciones pueden causar alteraciones a la naturaleza corpórea y mental, así como causar un perjuicio moral ante una acción objetivamente humillante. El libre desarrollo de la personalidad: Cuando una persona es acosada laboralmente se impide la obtención de una calidad de vida ante la situación hostil que vive y el riesgo de perder su trabajo, cuando su auto proyección y la que desea mostrar a los demás se altera por el estigma que le genera el acoso laboral, con lo cual también se ven mermadas sus relaciones sociales. El acceso a una vida libre de violencia: La vulnerabilidad del sujeto pasivo de la que parte el acosador, intensifica la violencia por el tipo de daño que puede generar para conseguir su objetivo, el abandono del puesto laboral o la auto afirmación de su condición de poder. La prohibición de la discriminación: El acoso laboral atenta contra la dignidad de la persona. El trato digno: este tipo de conductas desconocen a la víctima como persona con derechos humanos y por lo tanto la tratan como cosa y la maltratan. El derecho a la honra: Nadie puede ser objeto de injerencias en su persona, vida privada y reputación, el acoso laboral lo violenta. El derecho al trabajo: ese tipo de conductas ponen en riesgo la conservación y estabilidad del trabajo, de hecho, el objetivo principal es que la persona abandone el trabajo. El medio ambiente laboral sano: la prestación de los servicios laborales en un ambiente o condiciones de trabajo viciados por la manipulación de la organización del trabajo en contra de una persona, derivan estrés y otros trastornos psicológicos o mentales convirtiéndose en insalubre. Las condiciones justas de trabajo: El desarrollo de un trabajo en un ambiente o condiciones de trabajo no sanas afectan el derecho a la salud y el derecho al trabajo. La igualdad ante la ley: Cuando el acoso laboral está dirigido a una persona específica respecto a las demás, o bien, a ciertos grupos de personas como mujeres, u otros, son colocados en una desigualdad antijurídica y por tanto discriminados. El nivel de vida adecuado: Con ese tipo de conductas se pone en riesgo el trabajo y con ello la obtención de ingreso para conseguir otros satisfactores, que garantizan un nivel de vida adecuado al coartar su acceso. Ser víctima de acoso laboral, es elegir entre tu salud física y mental y mermar el ingreso familiar; tienes que elegir, y al existir escases de trabajo el acosado se obliga a sí mismo soportar y soportar y aunque los demás pueden enterarse y dar consejos, nadie tiene el valor civil de denunciar esa es la más efectiva ayuda que puedes proveer a algún familiar o amigo que sufre en silencio ese calvario. Ese sufrimiento no siempre tiene un desenlace feliz, acaba incluso con vidas, orillando al suicidio, al llegar el punto en que ni el mismo trabajador se valora a sí mismo porque llega a creer que lo que su Superior Jerárquico se cansa de repetir puede ser verdad y se menosprecia a sí mismo, cuando todos los seres humanos somos invaluables. Seamos suficientemente fuertes para demostrar lo que somos y lo que valemos.