Santa María de la Asunción

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Santa María de la Asunción

 

PUBLICIDAD

 

En las redes sociales circula la invitación del Jefe de la Tenencia de Santa María a los festejos para celebrar un año más. Esta celebración fue, hace largos años, la más importante de la ciudad de Morelia. Serán los días del 8 al 15 de este mes de agosto.

Por ese tiempo atravesaba la región el arroyo pequeño, pero de agua muy clara en cuyas márgenes la gente se acomodaba para disfrutar en un tiempo ciertamente apresurado, iniciando por la mañana para encontrar un buen lugar y terminando en medio de un aguacerazo a eso de las cuatro o cinco de la tarde. No había año en que se evitara esta lluvia copiosa que daba fin a la caminata, porque no había ni asfalto ni camiones desde Carrillo y toda la Calzada Juárez. La gente llevaba su comida, los adinerados: mole y arroz; y los pobretones: corundas o pozole, que paseados sabían mucho mejor. Al encontrar un sitio que les gustara, ponían con las tres piedras que buscaban una parangua, juntaban palitos secos de árbol para hacer la lumbre y calentar las ollas con los alimentos, mientras alguien rebanaba la fruta y el queso, vigilaba el agua de limón con chía que llevaban y que ya tenía el hielo fundido pero estaba sabrosamente fría.

PUBLICIDAD

Comer al aire libre, compartir los alimentos con la familia y amistades, jugar con el agua del riachuelo, cantar, tocar música. Comer y apresurarse ante la amenaza de la lluvia a pesar de lo cual, regularmente la gente estaba empapada al llegar a la ciudad. La calzada tenía en ambos márgenes mucha vegetación y restos de los hongos de la temporada, hongos silvestres de diferentes tipos que cortaban temprano en la mañana las mujeres que los vendían en el mercado de San Agustín, junto a ramitos de estrellitas de San Juan u otras flores silvestres. Y pescados del río que atraviesa esta vía. Hoy, son recuerdos. Nada quedó.

La subida a la tenencia estaba llena de flores: cielito lindo, anémonas, mastuerzo, alhelí, miguelitos, andanes, panalito, violetas, pensamientos. Varitas de San José, dalias silvestres de tamaño pequeño, pero radiantes colores. El triángulo donde se ubican dos secundarias tenía sembradas fresas y alfalfa. La subida por la Casa de Gobierno se conocía como El Retajo y era polvosa y desagradable. Hoy, está llena de casas. Ahí estaba el establo de don Rafael Huerta, que llevaba la leche que se vendía en la casa de Abasolo a las seis de la mañana, cuando doña Mike llevaba su canasta de pan y ya se había comprado el bolillo exquisito de don Benja, cerca de Carrillo; y el pan de dulce delicioso de Pachita, en el callejón de Matamoros. En La Jarochita sólo, como hay, había por las tardes.

Ahora no necesita ir a pie, ni llevar alimentos, ni hay arroyo cristalino. Es conocido el concurso de moles que hay, todos muy sabrosos y para paladares distintos con su arroz y tortillas de mano. Sus corundas o el desayuno con menudo. Atendidos con la calidez de la gente que vive en contacto con la naturaleza, rodeados de ceros y viendo Morelia a sus pies. Entonces, dése por invitado a visitar la tenencia y a comer sabroso.