POR LA ESPIRAL Claudia Luna Palencia El universo cripto ha ido ampliándose con el bitcoin, ethereum, litecoin o bitcoin cash. Alrededor de las criptomonedas hay toda una literatura cada vez más extendida: una a favor de su utilidad y como rostro de un futuro que parece inevitable, sin dinero físico de por medio, la sepultura de todas las monedas y los billetes contantes y sonantes. Otra es negra: habla de fraudes, lavado de dinero, de servir al crimen para evadir a los bancos y a los sistemas financieros proporcionándoles desde internet un mundo financiero paralelo grisáceo y opaco. El dinero de la mafia va al universo del dinero digital, al menos, eso dicen las malas lenguas. Algunas webs como bitcoin.org ofrecen el anonimato en las transacciones y pagos rápidos internacionales: “Los bitcoins pueden ser transferidos desde África a Canadá en 10 minutos. No existe un banco que retrase el proceso, ni honorarios escandalosos y no puede congelarse la transferencia”. Sin una regulación internacional, las criptomonedas siguen estando fuera de la arquitectura financiera actual. En la UE, no solo preocupa la afectación a los clientes, sino el lavado de dinero detectado a través de los bitcoins: recientemente Chainalysis señaló que en 2022 se lavaron más de 26 mil millones de euros de criptomonedas adquiridas a través de fondos ilegales. Ha sido todo el dinero opaco detrás de los criptoactivos lo que motivó a que en abril el Parlamento Europeo aprobase la primera Ley de Regulación de Criptoactivos que venía discutiendo con profundidad en los últimos meses. Tras una serie de consultas y debates, la primera legislación europea al respecto fue aprobada por 529 votos a favor; 29 en contra y 14 abstenciones. La UE ha logrado su primera gran normativa para rastrear las transferencias de criptoactivos, prevenir el blanqueo de capitales y cuenta con un marco de supervisión para la protección de los clientes. Dicha legislación sienta las bases para que sus veintisiete países miembros, puedan rastrear las transferencias de criptoactivos como bitcoins y tokens de dinero electrónico. El texto, que fue acordado provisionalmente por los negociadores del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, en junio de 2022, tiene como objetivo garantizar que las transferencias criptográficas, como es el caso de cualquier otra operación financiera, logren rastrearse siempre y las transacciones sospechosas puedan bloquearse. “La llamada "regla de viaje", ya utilizada en las finanzas tradicionales, cubrirá en el futuro las transferencias de criptoactivos. La información sobre la fuente del activo y su beneficiario tendrá que "viajar" con la transacción y almacenarse en ambos lados de la transferencia”, de acuerdo con el texto aprobado. La ley también cubriría las transacciones superiores a los mil euros de las llamadas billeteras autohospedadas (una dirección de billetera de criptoactivos de un usuario privado) cuando interactúan con billeteras alojadas administradas por proveedores de servicios de criptoactivos. Las reglas no se aplican a las transferencias de persona a persona realizadas sin un proveedor o entre proveedores que actúen en su propio nombre. A colación Esta primera regulación ha sido un gran paso para la UE. Conocida como MiCA, esta ley de mercados de criptoactivos regula la relación entre emisores y proveedores de servicios, con el objetivo de proteger a consumidores e inversores, así como para aumentar la estabilidad financiera y la innovación. La ley se pondrá en marcha a partir del segundo semestre de 2024. En la opinión de Stefan Berger, eurodiputado por el Partido Popular Europeo (PPE), la UE queda a la vanguardia de la economía simbólica y los consumidores estarán protegidos contra el engaño y el fraude. Por su parte, Ernest Urtasun, eurodiputado miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios sobre transferencias de criptoactivos, refirió que los flujos ilícitos de criptoactivos se mueven rápidamente en todo el mundo, con una alta probabilidad de que nunca se detecten. Pero también permitirá operar bajo un marco de mayor seguridad, apuntó a su vez, Assita Kanko, miembro de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. La ley aprobada faculta a los veintisiete países miembros de la UE, a elegir de manera soberana a la autoridad que mejor encaja, para llevar a cabo las labores de regulación y supervisión de los criptoactivos.