Claudia Luna Palencia Como un signo más de los tiempos de confrontaciones entre Estados Unidos y China, esta guerra biológica que a la fecha ha provocado la muerte en el mundo de 6 millones 884 mil 267 personas, entra dentro del juego de reproches entre Washington y Beijing que se culpan mutuamente de haber provocado la pandemia de manera deliberada. Lo único incontestable es que, hasta el momento, no hay una sola verdad irrefutable acerca de cómo el SARS-CoV-2 saltó a los humanos y desencadenó una pandemia de proporciones inimaginables a tal punto que sumió al mundo en una etapa de cierres, confinamientos, toques de queda, declaraciones de emergencia y cuarentenas que retrocedieron a la Humanidad a la Edad Media. Hasta la fecha, los virólogos y expertos en salud pública siguen sin encontrar una respuesta concreta sobre el origen del SARS-CoV-2 aunque la mayoría coinciden en la posibilidad de que sea zoonótico. La OMS alerta que este nuevo coronavirus nunca antes había sido detectado, ni identificado, en seres humanos. El primer caso apareció a finales de diciembre de 2019 en la provincia china de Hubei, en su capital Wuhan. La información al respecto de este virus advierte que es “altamente transmisible” y se cree que la tos y los estornudos son las vías más comunes para transmitirlo y también se propaga por las gotitas expulsadas al aire por las personas infectadas. Sigue sin encontrarse una vacuna para evitar que una persona infectada deje de contagiar, por eso la recomendación de las cuarentenas, en las personas que dan positivo y en sus grupos de contacto. Del origen del virus, hace unos días, Christopher Wray, director del FBI, volvió a poner a China como el origen del virus, tras señalar la hipótesis de la fuga del Covid-19 de un laboratorio en la ciudad china de Wuhan, como la causa más probable. Recientemente, el Departamento de Energía de EU, emitió un informe interno que señala que el coronavirus “muy probablemente” se originó en un laboratorio chino tal y como desveló The Wall Street Journal. Pero tampoco se ponen de acuerdo al interior de la Unión Americana porque hay dependencias dentro de Estados Unidos que, en cambio, consideran que el origen del SARS-CoV-2 es de origen natural. El propio John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo ante los medios de comunicación de su país que, en las dependencias que forman parte del gobierno norteamericano, no hay una opinión unánime acerca de cómo inició la pandemia y quién es el responsable. En cambio, para China, de acuerdo con Mao Ning, portavoz de Exteriores, persiste la intención de agravio por parte de Estados Unidos en aras de ensuciar y difamar a China creando teorías conspiranoicas que hablan de fugas en laboratorios con intenciones deliberadas. El gobierno de Beijing lleva meses denunciando la politización de la pandemia y de su uso para crear más confrontaciones entre Washington y Beijing. Ni siquiera entre la propia comunidad científica hay un consenso y las posturas al respecto o son: un virus provocado, accidente de laboratorio o virus zoonótico de origen natural que saltó de un animal al ser humano. Hace unos días hablé con Juan Jesús Gestal Otero, epidemiólogo y miembro de la Real Academia de Medicina de Galicia, quien me dijo que será muy difícil establecer el origen del virus: si realmente se trató de un origen natural por las personas que visitaban el mercado de Wuhan o se trata de un virus que se ha escapado del Instituto Virológico de Wuhan trabajando con este patógeno. “Hubo una misión de la OMS autorizada por China para poder visitar el país, a Wuhan y determinar el origen del virus… cuando fueron ya había pasado un año de la pandemia; los miembros de esa misión no preguntaron durante la visita, no exploraron la posibilidad de que pudiera haber ocurrido cualquier incidente o fallo en la seguridad del laboratorio. En el informe elaborado señalaron que lo más probable es que tuviera un origen natural y dejaron la puerta abierta de que también pudiera deberse a un escape de laboratorio”, en palabras de Gestal Otero. Para cuando esa misión quiso retornar a China, añade el investigador español, ya las autoridades chinas no lo permitieron. Así es que, no podrá saberse nunca el origen del virus. Dentro de ese equipo de la OMS estuvo el científico Ben Embarek que acudió in situ con un equipo formado por colegas de diversas partes del mundo. Tras sus pesquisas de cortísimo tiempo, la misión concluyó que: “El coronavirus no salió de un laboratorio, ni de forma accidental, ni de ninguna otra manera y el origen del contagio tampoco comenzó en el mercado de Huanan dado que el virus ya estaba circulando antes en otros puntos de la ciudad, pero nunca con anterioridad a diciembre”. No obstante, en agosto del año pasado, Embarek declaró a la televisión de su país, la cadena danesa TV2, que el contagio pudo suceder después de que un investigador dentro del laboratorio de Wuhan se infectase manipulando un coronavirus de murciélago. Para China, el origen del virus es punto zanjado, el gobierno del presidente Xi Jinping considera que ya se dio las facilidades a la misión de la OMS y defiende que ni Wuhan, ni ninguna otra ciudad fue la zona cero del coronavirus si no que el contagio del patógeno inició en otro país y que China fue el primero en detectar los casos masivamente. Nunca sabremos la verdad… España extiende la paridad España impone la paridad tanto en la iniciativa privada como en el sector público y hasta en las elecciones. No se terminaban de poner de acuerdo al interior del gobierno del socialista, Pedro Sánchez, con sus socios de la formación ultraizquierdista Unidas Podemos en materia paritaria porque para Podemos nunca es suficiente. Ayer, en el Consejo de Ministros, fue aprobada la nueva Ley de Representación Paritaria de España considerada como innovadora porque impone, que todo órgano de decisión, sea público o privado, deba contar con un mínimo de un 40% de presencia femenina. Sí es todo un hito y la intención del mandatario Sánchez es que prevalezca independientemente del partido que gobierne, que se respete la nueva normativa que determina que todo órgano de decisión y de relevancia, ya sea de actuación pública o privada, debe contar con un 40 por ciento de mujeres. Aunque eso sí marca ciertas restricciones y requisitos (como en toda letra pequeña) por ejemplo: “En cualquier caso, esta normativa solo se aplicaría a empresas con más de 250 trabajadores y 50 millones de euros anuales de volumen de negocio; así como a los órganos de gobierno, jurados de certámenes subvencionados y juntas de colegios profesionales. También las listas electorales deberán alternar hombres y mujeres, con al menos un 40% de estas últimas”. Dicha normativa deberá ser acatada por las 35 grandes empresas que conforman el IBEX 35 en un momento en que hay cierto descontento por parte de la iniciativa privada hacia las políticas de Sánchez y sobre todo a lo que consideran es una especie de “cacería de brujas” por parte de Unidas Podemos que reprocha a los grandes empresarios no hacer sacrificios en momentos en que las familias en España lo están pasando mal por el tema de la inflación. Pues bien, ahora tendrán que reorganizar sus respectivos Consejos de Administración y órganos decisorios para meter a más mujeres. Habrá voces feministas que seguirán gritando a los cuatro vientos que no es suficiente y que falta mucho más por hacer. Estoy convencida de que hace falta mucho por hacer para tener una sociedad más igualitaria, de lo que estoy en contra es del fomento del odio y de los agravios contra el otro sexo para conseguir avances. Como si fuese una lucha de opresores y oprimidos. Yo creo en la meritocracia más que en la imposición de una serie de políticas que obliguen por ley a acatar un marco normativo; sé que estas líneas no gustarán a las feministas recalcitrantes que, inclusive podrán tacharme de traidora. Hay una falsa bandera utilizada por los partidos en los polos que está alimentando la ira, la rabia, el desencanto para seguir polarizando a la sociedad en un momento en el que dramáticamente está desapareciendo el centro… y la gente solo ve o blanco o negro. Y si piensas diferente eres prácticamente un enemigo al que hay que atizar a golpes. De la necesidad, de los rezagos y de las antiguas proclamas está haciéndose leña para encender una peligrosa hoguera que nadie terminará apagando porque sacar a las masas a las calles es fácil, pero devolverlas tranquilas a sus casas, no. En España, solo se respira una agresiva polarización. Y mucho han contribuido, las posturas de los polos políticos y sin lugar a dudas, al gobierno del PSOE de Sánchez le ha afectado muchísimo haber pactado con la ultraizquierda de Unidas Podemos que ha terminado haciendo leyes Frankenstein como lo sucedido con la famosa Ley del solo sí es sí acerca del consentimiento sexual y las penas a los agresores sexuales. Ha tenido justo el efecto contrario a lo esperado y reclamado por las asociaciones de las víctimas de delitos sexuales. Ahora se obligará a las empresas de determinado tamaño, esas que mueven al mercado y a la economía, a tener sí o sí, un 40 por ciento de mujeres como mínimo en sus áreas de gobierno y de responsabilidad. Nos seguimos fijando más en la materia que en la sustancia. Lo realmente imprescindible es tener una ley que garantice que una maestra cobrará exactamente lo mismo que un maestro; que una camarera su nómina será la misma que la de un camarero; la de una secretaria respecto del secretario; la de una enfermera que la de un enfermero; etcétera. Eso sería realmente lograr una sociedad justa, igualitaria y paritaria que no dejase lugar a dudas de que en verdad lo que se busca es tener políticas inclusivas y no un pretexto para crear un discurso de agravio. Yo creeré en la paridad cuando lleguemos a ese punto en el tiempo en que una mujer no es despedida por estar embarazada o mucho peor: no es contratada frente a un candidato varón por el temor del patrón de afrontar la baja laboral de esa mujer cuando ella decida ser madre. Queda mucho por delante…