Los ods no son inalcanzables

Con el inicio del milenio, en septiembre del año 2000 se llevó a cabo la declaración del Milenio de las Naciones Unidas, misma que se materializó en ocho objetivos que esperaban concretarse en 2015. Sin embargo, con el paso de los años se ha hecho evidente que estos se han vuelto más difíciles de cumplir.

Salvador García Espinoza

¿Se cumplen los objetivos de de desarrollo sostenible (ods)?para nadie es desconocido que como humanidad enfrentamos una crisis climática comúnmente conocida como Cambio Climático. Sin embargo, este último término parece deslindarnos de responsabilidades,  pues  se alude sólo a un cambio en el clima, como si se tratara de un asunto solo de la naturaleza, cuando en los hechos dicha crisis ambiental ha sido provocada por nosotros como humanidad.   Bajo este argumento, el biólogo estadounidense Eugene F. Stoermer,  propuso  el  vocablo “antropoceno”, mismo que se popularizó desde el año 2000 gracias al holandés Paul Crut-zen, premio Nobel de Química, para designar la época en la que las actividades del hombre empezaron a provocar cambios biológicos y geofísicos a escala mundial.

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Con el inicio del milenio, en septiembre del año 2000 se llevó a cabo la declaración del Milenio de las Naciones Unidas, misma que se materializó en ocho objetivos que esperaban  concretarse en 2015, una serie de compromisos para reducir la pobreza extrema y sus diversas manifestaciones como: el hambre, las  enfermedades,  la desigualdad entre los géneros, la falta de educación y de acceso a infraestructuras básicas, así como la degradación del medio ambiente.

Antes de evaluar el cumplimiento de los objetivos del Milenio, se optó por asumir una propuesta de un compromiso más ambicioso los objetivos de desarrollo sostenible (ods),  también  conocidos como  objetivos  globales. Constituyen 17 objetivos, mismos que pueden agruparse en dos categorías generales: Un primer grupo corresponde a las llamadas responsabilidades comunes pero diferenciadas,  que  abordan elementos comunes a nivel global, como la atmósfera, la disminución de emisiones de CO2, la conservación de la biodiversidad,  entre  otros más. Un segundo grupo hace referencia a responsabilidades internacionales y obligaciones  extraterritoriales,  es decir, aquellas responsabilidades globales, que exigen un compromiso de todos los países para, entre otros objetivos, acabar con el hambre, respetar los derechos humanos, promover la igualdad entre mujeres y hombres.

Es de reconocer que los ods  han  propiciado  una conciencia positiva en todos los sectores de la sociedad, han logrado incorporar la necesidad de una visión del crecimiento no sólo económico, sino incluyente y sostenible, respetuoso del planeta y de la población.

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Sin duda, un elemento innovador es su carácter universal, de aplicación en todo el mundo y para todos los países, con una visión holística e interrelacionada en la que cada objetivo, se superpone y se refuerza mutuamente, con una actuación multinivel simultánea en los espacios locales, regionales, nacionales y globales. La apuesta final es la construcción de una solidaridad global.

La principal crítica a los ods deriva de considerar que los 17 objetivos se enfocan en atender los problemas y desigualdades que ha generado el modelo de desarrollo y nuestro estilo de vida basado en una lógica económica, dentro de la cual los recursos naturales  son  simplemente insumos inagotables, aunque se trate de los llamados recursos no renovables.

Las expectativas sobre el cumplimiento  de  los  ods siempre han sido de pronóstico reservado, debido a que no todos los países han llevado a cabo los cambios necesarios. Más aún, lo acontecido con la pandemia de COVID- 19, confirma que las metas propuestas son inalcanzables.

Un editorial de la prestigiosa revista Nature, señala que “naciones Unidas ha confirmado una sospecha no deseada: la  pandemia  de coronavirus ha puesto los objetivos de desarrollo sostenible fuera de alcance”.

Pero en honor a la verdad, hay que señalar que la mayoría de los objetivos ya estaban fuera de curso. Un informe de la ONU en 2020 sobre los ods, reveló que, de los 17ods, solo dos: eliminar las muertes prevenibles entre los recién nacidos y lograr que los niños asistan a la escuela primaria, estuvieron cerca de lograrse antes de la pandemia del coronavirus.

Nature nos plantea el reto que como humanidad enfrentamos hoy, al señalar que es preciso “recalibrar los ods,  especialmente  en el clima  actual,  no será fácil. Pero se está acumulando la evidencia de que existe la necesidad de un cambio de enfoque”.

Para imprimir optimismo es preciso señalar que la principal enseñanza que la pandemia nos ha dejado es saber que se pueden cambiar drásticamente la forma de pensar y actuar. Así que, de esta misma forma radical, se deben tomar medidas radicales para abordar la pobreza y la desigualdad, la salud, la educación, la biodiversidad y el clima.