La Voz de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla trabajará con un traje hecho casi a la medida. Su gobierno ha tenido ajustes que le permitirán desplegar toda su estrategia con el fin de ir aliviando los problemas que enfrenta Michoacán. La mala noticia es que aún y con este ajuste a la Ley Orgánica, por sí solo no es suficiente. Se requiere de un trabajo conjunto, en donde la sociedad (organizada y no organizada) juega un papel importante. El cambio de nomenclatura y la institución de nuevas secretarías ayudan a darle identidad al gobierno de extracción morenista, para de esta manera ir ganando legitimidad ante la sociedad. Nunca es suficiente, a pesar de la votación que se consiga en las urnas. El poder es para ejercerse, y muchas veces termina por lastimar intereses que a su vez le van restando puntos ante la mirada de la sociedad. Ningún gobierno, del orden o nivel que sea, será operativo y funcional si no cuenta con recursos. Hoy lamentablemente es la principal carencia para enfrentar las necesidades que se van generando, y para aderezar un poco más, las que se tendrán que atender con el cierre del ejercicio fiscal, llámese prestaciones de fin de año, aguinaldo, vacaciones, y un largo etcétera. La mala es que no pueden declararse ni asumirse en quiebra. La buena noticia es que la administración de Ramírez Bedolla cuenta con el respaldo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Esto hace sentir que se irán subsanando los dolores de cabeza que se acumulan en un cuello de botella cada fin de año, y a la par se irán atendiendo otras necesidades que históricamente han sufrido en pueblos indígenas y otros sectores como el de educación, salud y seguridad pública. Si bien el gobernador ha anticipado una auditoría exhaustiva a proyectos estratégicos a la administración anterior, -que es una extraordinaria noticia para evitar que la corrupción o impunidad penetre a este nuevo gobierno si es que existió en el que acaba de terminar- es una tarea que debe caminar en paralelo, a la de gobernar y generar nuevas acciones que ayuden a mitigar las enormes carencias que tenemos. Hoy la historia pone a Alfredo Ramírez Bedolla y a las decenas de personas que forman parte de su gobierno frente a una tarea importantísima, y a un reto que debe ser visto con la más alta responsabilidad. Tomarán las decisiones que ayudarán a darle el rumbo que ha sido visto –desde su óptica- como la solución para alcanzar la justicia.